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Guterres vuelve a pedir un alto el fuego humanitario en Gaza
“Todo lo que dice se basa en información que tenemos y que confiamos en poder utilizar”, explicó un portavoz de Guterres El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, volvió a pedir este martes un alto el fuego inmediato en Gaza para permitir acciones humanitarias. El funcionario de origen portugués se mostró “extremadamente afligido por la muerte violenta de civiles en Gaza y la catástrofe humanitaria que continúa allí”.
Guterres subrayó una vez más “su condena absoluta de los ataques terroristas cometidos por Hamás en Israel, para los que no puede haber justificación alguna”, al tiempo que dijo estar ”extremadamente afligido por la muerte violenta de civiles en Gaza y la catástrofe humanitaria que (allí) continúa“.
El líder de la ONU recibió duras críticas verbales en Israel por sus anteriores declaraciones de que esos ataques del brazo armado de Hamás ”no surgieron de la nada“, sino que eran producto de ”56 años de ocupación asfixiante“.
El ministro israelí de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, publicó en X: ”¿No le da vergüenza, Antonio Guterres? Más de 30 niños siguen secuestrados contra su voluntad en Gaza. Hamás es el problema en Gaza, no las acciones de Israel para eliminar esta organización terrorista“.
Consultado en rueda de prensa si Guterres se arrepentía de haber utilizado esas palabras, el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, fue tajante: ”No se retracta de nada de lo que ha dicho“. Dujarric también subrayó la gran presión a la que está sometido Guterres a la hora de pronunciarse en uno u otro sentido sobre este conflicto: ”A menudo se acusa al secretario general de seguir la narrativa de uno u otro bando (pero) todo lo que dice se basa en información que tenemos y que confiamos en poder utilizar.”
Mientras tanto, se ha informado de la muerte de 89 trabajadores de la ONU en Gaza como consecuencia de las continuas acciones militares, según el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (Unrwa, por su sigla en inglés), mientras que al menos 26 miembros de la agencia han resultado heridos. “Como agencia, estamos más que devastados. Echaremos mucho de menos a nuestros colegas y no los olvidaremos. Compartimos este dolor entre nosotros y con las familias”, declaró la Unrwa en un comunicado.
Según el Ministerio de Sanidad palestino, el número de víctimas mortales de la ofensiva israelí contra Gaza ascendía el martes a 10.328, entre ellas 4.237 niños, 2.719 mujeres y 631 ancianos, además de unos 25.000 heridos.
En este escenario, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, calificó el bombardeo israelí de Gaza de “catástrofe humana” e instó a todas las partes a un alto el fuego humanitario y a una paz duradera.
“La historia nos juzgará a todos por lo que hagamos para poner fin a esta tragedia”, publicó Tedros el martes en X (antes Twitter), instando a “todas las partes a acordar un alto el fuego humanitario y a trabajar por una paz duradera”.
También volvió a pedir “la liberación inmediata de los rehenes” tomados por Hamás el 7 de octubre, cuando asaltó parte del territorio israelí, dejando 1.400 muertos. En represalia, Israel bombardea de forma constante e implacable a la población de Gaza.
“Ha sido un mes de intensos bombardeos en Gaza. Han muerto 10.000 personas. Más de 4.000 de ellas eran niños. ¿Cuánto durará esta catástrofe humana?”, se lamentó Tedros.
El portavoz de la OMS, Christian Lindmeier, estimó que una media de 160 niños mueren cada día en Gaza y expresó su “orgullo” por los trabajadores que “mantienen el sistema sanitario en Gaza a pesar de todo”.
“Son verdaderos héroes, que trabajan bajo un estrés constante y sin descanso”, afirmó. También subrayó que “todos los ataques contra trabajadores e instalaciones sanitarias están prohibidos por el derecho humanitario” y calificó de “inaceptable” el bombardeo de hospitales.
Lindmeier insistió en la importancia de “la voluntad política de conceder al menos una pausa humanitaria” para “aliviar el sufrimiento de la población civil y de los rehenes en Gaza.”
