Una mujer argentina de 65 años, conocida por las iniciales A.C., que afirmó haber realizado tareas de inteligencia durante el conflicto del Atlántico Sur de 1982 contra el Reino Unido, ha obtenido la condición de veterana de guerra tras un proceso judicial que duró varios años porque los registros de la Armada consignaban que se le habían asignado otras tareas, informó esta semana La Capital de Mar del Plata, donde reside la demandante.
Bajo el patrocinio legal de los abogados Claudia Brizzio y Roberto Sugrañes, un tribunal federal de segunda instancia determinó que la marplatense nativa había prestado servicios de inteligencia en la Base Naval Ushuaia y tenía en consecuencia derecho a todos los beneficios de su nueva categoría tras ser catalogada como personal de maestranza por la Armada.
Según un informe psiquiátrico de 2018, A.C. padece TEPT trastorno de estrés postraumático porque, a los 24 años, recibió a los sobrevivientes del ARA General Belgrano, hundido por un torpedo británico.
La mujer también habría intentado suicidarse tres veces tras ser amenazada para que abandonara su reclamo, a pesar de tener un diploma honorífico de la Armada por sus servicios. En 2013, se le concedió la mitad de una pensión de veterana de guerra por orden judicial para hacer frente al estado de indigencia en el que se encontraba.
Tendría que pasar otra década de batallas legales antes de que fuera incluida en la lista de veteranos de guerra a efectos de la normativa que le otorga el estatus y las prestaciones completas solicitadas, determinó el tribunal federal de apelaciones al confirmar una sentencia anterior que el Estado había impugnado.