Según informes publicados el martes en Brasil, el río Solimões se ha secado y se ha convertido en un desierto, mientras que el río Negro, en Manaos, ha alcanzado niveles históricos de sequía y se acerca a cifras similares a las registradas durante la crisis de octubre de 2010.
El río Solimões, uno de los mayores del Amazonas, se ha transformado en un desierto. La comunidad indígena de Porto Praia (Puerto Playa) debe caminar 2 kilómetros para encontrar el agua y sus peces mientras aumentan los informes de diarreas y vómitos causados por las aguas fangosas.
En este escenario, los municipios del Alto Solimões de Tabatinga, Benjamin Constant, Atalaia do Norte, São Paulo de Olivença, Amaturá, Santo Antônio do Içá, Tonantins, Jutaí y Fonte Boa declararon el estado de emergencia.
Por su parte, el río Negro de Manaos, principal afluente del Amazonas, alcanzó el lunes su caudal más bajo en 120 años y el Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia (INPA) prevé que los niveles bajen aún más debido a la sequía que se prolonga en la región hasta principios de noviembre.
Medios locales señalaron que la sequía de este año se ha visto agravada por el cambio climático y los efectos de El Niño, un fenómeno que limita la formación de lluvias.
Además, se informó que los 153 delfines hallados muertos el mes pasado en el río Tefé, uno de los afluentes del Amazonas, debido a la sequía en la zona representaban el 10% de su población local y pertenecían a las especies rosada y tucuxi, según un comunicado de WWF Brasil y el Instituto de Desarrollo Sostenible de Mamirauá (IDSM), institución vinculada al Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil que desarrolla programas de desarrollo sostenible en Tefé, ciudad del estado de Amazonas.
”Del 23 de septiembre al inicio de octubre, con la sequía avanzando fuertemente en la Amazonia y la temperatura del agua subiendo, 153 delfines muertos fueron encontrados en la región: 130 delfines rosados (Inia geoffrensis) y 23 tucuxi (Sotalia fluviatilis), dijo WWF Brasil.
Estas dos especies de mamíferos cetáceos están en grave riesgo de extinción y tienen una de sus principales poblaciones en el llamado lago Tefé, como se conoce a la región donde el río del mismo nombre se ensancha antes de desembocar en el Amazonas.
En un solo día, el 28 de septiembre, cuando la temperatura del agua en la región alcanzó los 39,1 grados centígrados, se encontraron los cadáveres de 70 delfines. La causa más probable de la inusual mortandad fue el aumento de la temperatura del agua, explicó la bióloga de WWF-Brasil Mariana Paschoalini Frias.
De todas las variables analizadas hasta ahora, la que ha mostrado una mayor alteración es la temperatura del agua, lo que refuerza la hipótesis de que la mortalidad de delfines está relacionada con el cambio climático, los efectos del fenómeno de El Niño y la sequía extrema, afirmó. Aunque la temperatura media máxima del agua en el lago Tefé es de 32 grados centígrados, en los últimos días de septiembre alcanzó los 40 grados centígrados, lo que sin duda generó estrés térmico en los animales”, añadió.
La actual sequía en la Amazonia, la más grave del último siglo, amenaza el suministro de alimentos, combustible e incluso agua en muchas zonas de la mayor selva tropical del mundo.