El Ministerio de Ambiente de Uruguay sancionará con una multa a la papelera finlandesa UPM luego de que un vertido de aproximadamente un millón de litros de una de sus plantas ubicada en el centro del país afectara a un curso de agua que desemboca en el Río Negro. Este hecho, según fuentes oficiales, ocurrió en agosto y de forma accidental.
Gerardo Amarilla, viceministro de Ambiente, expresó a EFE que si bien el expediente abierto tras el suceso sigue en trámite la cartera sugiere una sanción económica de unas 1.000 Unidades Reajustables. Es decir, unos 1,5 millones de pesos uruguayos (25.800 dólares) al mes de septiembre.
El medio uruguayo Sudestada comunicó que se trató de un derrame de 900 a 1.000 metros cúbicos de soda cáustica –cifra que equivale a cerca de un millón de litros–. El vertido se produjo desde una piscina no adecuada para almacenar este producto, según detalló el medio.
El accidente habría occurido por un muro que colapsó y generó el derrame de algunos productos en una cañada conectada al Río Negro, que atraviesa el país de este a oeste, en la zona de Paso de los Toros. Amarilla dijo que se realizó una inspección en la planta de UPM ubicada en el departamento (provincia) de Tacuarembó (centro).
”(El Ministerio de Ambiente) constató la situación y los daños, tomó muestras tanto de la fauna como de la flora y del agua de la cañada -curso de agua poco profundo- y ahí se procedió a generar un expediente, acotó, y añadió que además de la multa económica la empresa deberá reparar los daños al ecosistema del área afectada.
El alto funcionario puntualizó que ahora, como en toda sanción, resta que el infractor tenga su oportunidad de hacer los descargos.
La empresa admitió evidentemente la situación y de alguna manera lo que demuestra esta situación, como otras que se han dado en el pasado, es que hay un sistema de controles que funciona para esta y para las demás empresas del país y funciona bien, remarcó el viceministro.
UPM inauguró en junio su segunda planta de celulosa en el país, que destacó como una de las más competitivas y sostenibles a nivel mundial” y que supuso una inversión de 3.470 millones de dólares (3.117 millones de euros).
La primera planta de la compañía finlandesa (entonces llamada Botnia) funciona desde 2007 en Fray Bentos, capital del departamento de Río Negro, en el litoral oeste del país -fronterizo con Argentina- y generó un conflicto diplomático entre el entonces gobierno argentino de Néstor Kirchner y el de Tabaré Vázquez por protestas ambientalistas que incluyó un corte de puentes durante varios años.