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Aumenta violencia contra periodistas en Ecuador

El trabajo de Villavicencio había llevado a la condena del ex presidente Correa por corrupción

Las amenazas de muerte contra representantes de los medios de comunicación se han duplicado en Ecuador con respecto a las cifras del año pasado, según denunciaron el jueves en Quito tres asociaciones de prensa durante una conferencia. Al menos 15 periodistas han recibido mensajes que ponen en peligro su vida, en medio de una creciente violencia en todo el país.

“Es un incremento del 100% con respecto a las amenazas de muerte registradas en 2021 y 2022, cuando hubo entre siete y ocho” intimidaciones de este tipo, dijo la presidenta de la Fundación Periodistas Sin Cadenas, Susana Morán, después de que los equipos periodísticos cubrieran las pasadas elecciones con chalecos antibalas y cascos tras el asesinato del candidato Fernando Villavicencio, conocido por sus investigaciones.

César Ricaurte, de la ONG Fundamedios, aseguró que “el patrón de violencia” ha mutado. Antes las amenazas provenían de funcionarios del Gobierno, pero ahora la mayoría son del “crimen organizado y la delincuencia común”.

La otra entidad que organizó la “Mesa para la Protección de Periodistas en Ecuador” fue Nos Faltan Tres. La iniciativa busca verificar las amenazas, analizar los riesgos y proteger a los periodistas cuya vida corre peligro inminente.

Entre enero y agosto de este año, Periodistas sin Cadenas registró 216 agresiones contra periodistas. De ellas, 15 fueron amenazas de muerte.

Durante años, Villavicencio había destapado grandes escándalos de corrupción. Diez días antes de las elecciones, fue asesinado a balazos. Su magistral investigación condujo a la condena del ex presidente socialista Rafael Correa (2007-2017) a ocho años de cárcel por corrupción. Villavicencio había dicho que había sido amenazado por “Los Choneros”, una banda vinculada a disidentes de la guerrilla colombiana FARC y del cártel mexicano de Sinaloa.

Entre 2018 y 2022, la tasa de homicidios en Ecuador subió de 6 a 26 por cada 100.00 habitantes y se proyecta que a finales de 2023 rondará los 40 homicidios por cada 100.000 habitantes.

“Cada vez las agresiones contra los periodistas son más violentas”, añadió Morán. Tres periodistas fueron asesinados en 2022, y cinco tuvieron que abandonar el país este año por amenazas contra su vida“, dijo.

En marzo de este año, cinco sobres que contenían memorias USB cargadas de explosivos fueron enviados a periodistas de diferentes medios de comunicación. Uno de ellos resultó con heridas leves tras la detonación.

El año pasado, el canal RTS fue atacado a tiros. En 2020, un artefacto explosivo estalló en el canal de televisión Teleamazonas.

”Hay un patrón de impunidad (...) Cuando hay casos de agresiones contra la libertad de expresión, de atentados, de asesinatos de periodistas, nunca se investiga el móvil profesional, y eso es muy grave porque además no nos da estadísticas oficiales de violencia contra periodistas“, señaló Ricaurte.

Las organizaciones de defensa de la libertad de prensa también han identificado ”zonas silenciadas“, donde la criminalidad lleva a los periodistas a autocensurarse y a solicitar protección adicional. ”El silenciamiento se da especialmente en las provincias de la Costa que están muy afectadas por el crimen organizado porque son corredores de estos ilícitos. La frontera norte tiene una situación urgente y dramática”, dijo Morán a la AFP.