El Banco Central de la República Argentina (BCRA) vendió el miércoles 130 millones de dólares y 288 millones de yuanes (unos 40 millones de dólares) en una medida desesperada por evitar que la cotización del “blue” (eufemismo para “mercado negro”) siga disparándose tras alcanzar los 527 AR$ / 1 US$.
Además, la Justicia en lo Penal Económico y la oficina impositiva AFIP allanaron casas de cambio no oficiales en Buenos Aires para disuadir a compradores y vendedores de la divisa estadounidense. En los operativos también participaron la Unidad de Información Financiera (UIF) y la Policía Federal.
El objetivo es dar con las personas que intermedian con los brokers con pesos de origen negro, explicó el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. Agregó en Twitter que buscaban detener a un misterioso grupo llamado los liquidadores.
Es como allanar el Servicio Meteorológico Nacional porque llueve mucho. En 20 años no aprendieron a identificar la raíz de los problemas, por eso rompieron todo, dijo a La Prensa el economista Alejandro Olaguer.
En este escenario, el Fondo Monetario Internacional (FMI) pidió una unificación gradual del tipo de cambio, además de una política monetaria restrictiva y la eliminación de los controles de capital, según el Informe del Sector Externo (ESR, por sus siglas en inglés) del organismo mundial, que analiza la situación de cuenta corriente de los países miembros.
El ESR advirtió que la posición externa de Argentina en 2022 era más débil que el nivel implicado por los fundamentos de mediano plazo y las políticas deseables. El informe señala que la economía argentina sufre de elevadas vulnerabilidades de la deuda externa, reservas internacionales precariamente bajas y falta de acceso a los mercados internacionales de capital.
Las posibles respuestas políticas son una consolidación fiscal favorable al crecimiento; combinada con una política monetaria restrictiva y un régimen cambiario simplificado, siguen siendo esenciales para moderar el crecimiento de la demanda interna, fortalecer la balanza comercial, reconstituir las reservas internacionales, recuperar el acceso a los mercados y garantizar la sostenibilidad de la deuda fiscal y externa, señala el informe.
A medida que se restablecen la estabilidad y la confianza, debe considerarse una flexibilización gradual de las restricciones del mercado cambiario basadas en la condicionalidad y la eliminación de las prácticas de divisas múltiples y las restricciones cambiarias, añade el documento.
Además, señala que el tipo de cambio real promedio, tras depreciarse más de 35% entre 2017 y 2019, se apreció alrededor de 6% durante 2020-21 y se estima que se habrá apreciado 20% adicional durante 2022. Esta apreciación refleja en gran medida el hecho de que el tipo de cambio ha quedado rezagado con respecto a la inflación general.
Una delegación argentina se encuentra actualmente en Washington DC gestionando un nuevo préstamo del FMI para ayudar a controlar la crisis local de cara a las elecciones presidenciales de este año.