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Petro y Lula discuten la crisis amazónica

Lunes, 10 de julio de 2023 - 10:57 UTC
Uno de los mayores retos de los países amazónicos es el fortalecimiento de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, según han acordado Petro y Lula. Uno de los mayores retos de los países amazónicos es el fortalecimiento de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, según han acordado Petro y Lula.

Los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunieron el sábado en la llamada Cumbre de Leticia, capital del departamento colombiano de Amazonas, para analizar el deterioro de la selva amazónica e intercambiar experiencias sobre el tema.

Petro y Lula mantuvieron un primer encuentro en la Universidad Nacional de Leticia, donde participaron en el plenario de clausura de la Reunión Técnico Científica de la Amazonia, un encuentro de ministros de Medio Ambiente de países con territorio en la Amazonia.

La Cumbre de Leticia fue un preludio de la Cumbre Amazónica que el gobierno brasileño celebrará en Belem el próximo mes, y a la que asistirán los líderes de los países que forman parte de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.

“Estas reuniones, estas luchas comunes, incluso estas discusiones tienen que ver con la defensa de la vida, un concepto simple, pero sin el cual todo lo demás sobra”, dijo Petro, quien presentó una vez más el plan de su gobierno para superar la dependencia de su país de las energías fósiles y no renovables para “evitar la sexta extinción de la vida en el planeta”.

“Creíamos que el progreso era la destrucción de los árboles. ... Hoy eso no es otra cosa que la destrucción de la vida”, señaló también Petro.

Lula recordó que “la deforestación en la Amazonia afecta a las precipitaciones en el Cono Sur, amenazando el suministro de agua para el consumo humano y las actividades económicas”. También señaló que la Amazonia tiene “50 millones de habitantes de 400 grupos indígenas que hablan 300 lenguas diferentes”, además de poseer las mayores reservas de agua dulce del planeta, incluyendo “un verdadero océano subterráneo”.

“Tendremos que exigir juntos a los países ricos que cumplan sus compromisos”, añadió.

Ambos mandatarios coincidieron en que uno de los mayores desafíos de los países amazónicos es el fortalecimiento de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, así como la construcción de una política conjunta de desarrollo sostenible para esta región. También insistieron en la urgencia de establecer un discurso común de cara a la 28ª sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28), que se celebrará a finales de este año en Emiratos Árabes Unidos, y en la que Colombia propondrá canjear deuda externa por acciones climáticas.

A la Cumbre de Leticia asistieron pueblos indígenas, organizaciones no gubernamentales, académicos y dirigentes de empresas dispuestas a revertir los daños causados por la deforestación y la minería ilegal en la selva amazónica.

En Leticia, ciudad situada en la triple frontera amazónica entre Colombia, Brasil y Perú, la delincuencia organizada ha aumentado recientemente su influencia. El periodista británico Dom Phillips y el activista indígena Bruno Pereira fueron asesinados en la vecina región del Valle del Javari el año pasado.

En 2019, Colombia, Bolivia, Ecuador, Brasil, Perú, Guyana y Surinam firmaron el Pacto de Leticia para fortalecer las acciones coordinadas para la preservación de los recursos naturales de la Amazonia.

Desde su toma de posesión en enero, Lula se ha esforzado por situar la protección del medio ambiente y el respeto de los derechos de los pueblos indígenas en el centro de su tercer mandato. Consiguió que se reanudaran las donaciones internacionales para el Fondo Amazónico que lucha contra la deforestación, lanzó una campaña militar para expulsar a los mineros ilegales del territorio yanomami, se comprometió a acabar con toda la deforestación ilegal para 2030 y reanudó la demarcación de zonas indígenas.

Petro también ha propuesto la creación de un fondo de financiación multilateral a 20 años para apoyar a las comunidades agrícolas que contribuyen a la deforestación, para compensarlas en cambio por actividades de conservación y regeneración.