El Fondo Monetario Internacional (FMI) admitió que continúan las negociaciones con el Gobierno argentino para un rediseño del programa del país ante la actual sequía, mientras que fuentes de la Casa Rosada coincidieron en que las conversaciones … avanzan constructivamente.
Los equipos del FMI y del Ministerio de Economía continúan trabajando constructivamente para fortalecer el programa apoyado por el Fondo en el contexto de la muy severa sequía. Las discusiones continúan virtualmente y se espera que los equipos tengan varias reuniones esta semana para avanzar con el programa, dijo un portavoz del organismo mundial.
El equipo argentino, encabezado por el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, y el asesor Leonardo Madcur comenzó a analizar virtualmente el rediseño del programa con el FMI, con la esperanza de adelantar la mayor parte de los principales desembolsos de 2023 (unos 10.600 millones de dólares) al mes próximo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) habló el lunes de recalibrar el actual acuerdo con Argentina después de que el Gobierno de Alberto Fernández planteara la necesidad de modificar las metas ante el impacto de la sequía en la economía. El organismo admitió que se han hecho progresos.
La falta de lluvias provocó una desaceleración de las exportaciones de productos primarios y el ingreso de divisas al país a través del comercio exterior por un valor aproximado de 20.000 millones de dólares.
Mientras tanto, la Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, advirtió la semana pasada de que el mundo estaba al borde de la fragmentación geoeconómica, lo que, en su opinión, podría añadir más agua fría al ya anémico crecimiento mundial. En una comparecencia por vídeo en el Foro Económico de Bruselas, Kristalina Georgieva hizo un llamamiento a la cooperación en un momento en el que el crecimiento en todo el planeta es extremadamente débil en términos históricos.
Tras décadas de creciente integración global, existe un riesgo cada vez mayor de que el mundo se divida en bloques económicos rivales, afirmó la directora del FMI. Y ese es un escenario que sería malo para todos, incluidos los europeos.
El FMI prevé que el crecimiento se mantenga en torno al 3% durante los próximos cinco años, la previsión a medio plazo más baja en más de tres décadas. Y, sin embargo, los banqueros centrales no pueden apartar la vista del balón hasta que la obstinada inflación esté firmemente bajo control, señaló Georgieva. El endurecimiento monetario necesario está lastrando el crecimiento y dejando al descubierto algunas vulnerabilidades financieras.
La jefa del FMI ya había dicho anteriormente que las perturbaciones de los últimos años, como la pandemia de Covid, el conflicto entre Rusia y Ucrania y el repunte de los tipos de interés tras años de política monetaria laxa, han sido un lastre para la economía mundial.