El expresidente brasileño Jair Bolsonaro negó estar detrás de los disturbios del 8 de enero en Brasilia por los que algunos de sus seguidores intentaban atraer a las Fuerzas Armadas para dar un golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula Da Silva.
Bolsonaro declaró el miércoles durante dos horas ante la Policía Federal y negó cualquier responsabilidad en la asonada. También dijo que publicó accidentalmente un vídeo en el que cuestionaba la legitimidad de las elecciones presidenciales de 2022 que perdió frente a Lula.
El exministro de Información Fabio Wajngarten -actual asesor de Bolsonaro- insistió en que su jefe repudió ese mismo día el asalto a la sede de los tres poderes del Estado por parte de cientos de sus seguidores.
La declaración ante la policía se produjo en un momento en el que el Congreso brasileño lanzó oficialmente una comisión parlamentaria para investigar el caso.
Bolsonaro está siendo investigado por su presunto papel como cerebro e instigador de los disturbios del 8 de enero. Había salido de Brasil hacia Estados Unidos el 30 de diciembre, dos días antes del traspaso de poder a Lula. El 8 de enero se encontraba en Orlando, Florida.
La fiscalía había pedido que Bolsonaro fuera incluido en la investigación, citando un vídeo que el expresidente subió a sus redes sociales el 10 de enero en el que cuestionaba los resultados electorales diciendo que Lula no fue elegido por el pueblo sino por los tribunales de justicia, sin pruebas que lo corroboraran.
El abogado de Bolsonaro, Paulo Bueno, dijo el miércoles que el expresidente probablemente estaba bajo el efecto de algún medicamento cuando compartió la publicación, ya que había sido hospitalizado poco antes. La publicación fue tan accidental que no hizo ningún comentario posterior y la borró poco después, dijo.
El Tribunal Supremo Federal imputó el martes a 100 de los más de 200 denunciados por la fiscalía de haber participado en los disturbios. Los acusados serán imputados por intento de golpe de Estado y asociación criminal, penados con más de 20 años de prisión.
Para Bolsonaro, la declaración policial del miércoles fue la segunda desde que regresó a Brasil el 30 de marzo. El 5 de abril tuvo que declarar en otra investigación abierta por la entrada irregular en Brasil de valiosos regalos de joyería.
El expresidente enfrenta en total cuatro investigaciones en el máximo tribunal, con penas de prisión, además de más de una decena de procesos administrativos en el Tribunal Superior Electoral por presunto abuso de poder político y económico durante la campaña electoral de 2022.