El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, fue abucheado por un grupo de diputados de extrema derecha antes de que el sudamericano pronunciara un discurso en el Parlamento de Lisboa para conmemorar la Revolución de los Claveles, en su quinto y último día en Portugal.
Lula llegó al Palacio de São Bento invitado por el presidente de la Cámara de Diputados, Augusto Santos Silva. Fuera del edificio, fue recibido por manifestantes de la ultraderecha vernácula, referenciada en el partido Chega (Basta, en portugués). Bandido, Lula, ladrón, tu sitio está en la cárcel, coreaban, mientras otros tantos manifestantes pro Lula eran agrupados por la policía en otra calle a suficiente distancia.
Dentro del edificio, los 12 legisladores de Chega (de un total de 230) golpeaban sus escaños, abucheando y sosteniendo carteles que acusaban al mandatario sudamericano de corrupción. Uno se acostumbra a eso cuando hace política, explicó Lula.
La ceremonia conmemoraba el 49 aniversario de la Revolución de los Claveles, que acabó derrocando al gobierno dictatorial e instaurando la democracia en Portugal.
Basta de insultos, basta de avergonzar a las instituciones, basta de avergonzar el nombre de Portugal, pidió Santos Silva.
En su mensaje, Lula pidió la paz en Ucrania y mejores relaciones entre Mercosur y la Unión Europea. También calificó de vergüenza los cánticos en su contra.
Portugal fue la primera parada de la gira europea de Lula. El martes partió hacia España. Su presencia en Europa fue muy criticada por no adoptar una postura más dura contra Rusia y por alinearse con China con fines económicos.
”La democracia en Brasil ha vivido recientemente momentos de graves amenazas (...) La noticia que les traigo es que las fuerzas democráticas brasileñas han demostrado su solidez y resistencia, dijo en su discurso el jefe de Estado, de 77 años, que ya gobernó Brasil entre 2003 y 2010.
Lula eligió Portugal y España para su primera visita a Europa por los lazos históricos de Brasil con ambos países y por ser la puerta de entrada” a la UE.