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Atacante abatido tras acuchillar a 7 personas en un hospital de São Paulo

El agresor había buscado tratamiento en el Hospital Municipal José Nigro Neto

Pocos días después de que un hombre matara a cuatro escolares en Blumenau, un nuevo episodio de violencia se registró en Brasil a última hora del jueves, cuando un hombre apuñaló a siete personas en un hospital en la localidad de Américo Brasiliense, en el Estado de São Paulo, antes de ser abatido.

El atacante había solicitado tratamiento en el Hospital Municipal José Nigro Neto y parecía estar nervioso. Según el mayor de la Policía Militar Alan Esteves Fernandes Gouvêa, un médico había conseguido darle medicación. “En un momento dado, sacó un cuchillo y empezó a apuñalar gente”, declaró a la prensa a las puertas del hospital. Entre los heridos había tanto personal del hospital como pacientes, según un comunicado de la policía.

El agresor, de 32 años, abandonó el centro sanitario y fue sorprendido intentando apuñalar a otra persona en la calle, una enfermera que llegaba a trabajar, a la que tomó como rehén. Cuando la mujer consiguió liberarse, un agente que negociaba su liberación apuntó al atacante y lo neutralizó.

Según la Policía Civil, el agresor entró en la unidad médica sobre las 23.30 horas, aparentemente desorientado. Posteriormente, agredió a la recepcionista y a otras seis personas que intentaron contenerlo.

Según la Secretaría de Seguridad Pública, el agresor fue trasladado al hospital Santa Casa de la misma ciudad, donde falleció. Tras registrar sus pertenencias, se incautó una porción de cocaína.

El caso se registró en la comisaría de Araraquara como tentativa de homicidio y muerte como consecuencia de la intervención policial. Mientras que algunas de las víctimas fueron atendidas en el hospital Nigro Neto, otras tuvieron que ser trasladadas a unidades sanitarias cercanas.

Tras el ataque, los residentes cercanos y el personal del hospital pidieron más seguridad: “No he visto en ningún momento a ningún policía, ni a ningún guardia de seguridad. Ya teníamos control de acceso, pero no es lo que necesitamos, la puerta está abierta”, dijo un empleado del hospital, mientras algunos de sus compañeros añadían que ya se habían producido otras situaciones similares con anterioridad.

“Aquí no tenemos seguridad. Pedimos seguridad, pedimos un guardia civil, alguien que esté formado para protegernos”, dijo la técnica de enfermería Josiane Hungaro, citada por G1.

“Nos encontramos con el individuo intentando apuñalar a otra persona. Fue entonces cuando el policía consiguió negociar para que lo soltara. No lo soltaba, tenía el cuchillo todo el rato, intentando apuñalar. Y, en un momento dado, la persona consiguió zafarse de él, y el policía efectuó los disparos”, explicó también un portavoz policial.