El expresidente brasileño Jair Bolsonaro aterrizó en Brasilia en un vuelo de Gol procedente de Orlando a las 6.37 hora local del jueves, después de haber abandonado su país cuando aún era jefe de Estado a finales de diciembre para no acudir a la investidura de Luiz Inácio Lula Da Silva.
Por razones de seguridad, Bolsonaro no pasó por la puerta principal del aeropuerto, donde era esperado por periodistas y simpatizantes. A continuación, se dirigió a la sede del Partido Liberal (PL), donde fue recibido por su esposa Michelle, y por el presidente del partido, Valdemar Costa Neto. Bolsonaro ha sido nombrado presidente honorario del partido.
En una entrevista antes de abandonar Estados Unidos, Bolsonaro insinuó que actuará como líder de la oposición contra Lula, mientras se enfrenta a varios causas penales en su contra. Según fuentes del PL citadas por medios locales, Bolsonaro regresó al país con la tarea de reagrupar las fuerzas de la derecha, aunque está siendo investigado por los disturbios del 8 de enero y por la mala gestión de valiosos regalos de Arabia Saudí.
Durante su estancia en Orlando, Bolsonaro se alojó en casa del luchador de artes marciales José Aldo y llevó una vida normal con visitas a supermercados, restaurantes y templos, según vídeos colgados en las redes por sus seguidores.
También realizó un viaje dentro de Estados Unidos para ser orador invitado en un mitin conservador en el que participaron Donald Trump y otros aspirantes presidenciales del Partido Republicano.