El titular de la Aduana de Paraguay dijo que un acuerdo comercial con China generaría pérdidas por US$ 500 millones, además de las consecuencias de sacrificar la estrecha relación que el país sudamericano mantiene con Taiwán.
Si el gobierno entrante decide firmar un acuerdo comercial con el gigante asiático, sacrificará más de 3.500 millones de dólares en cinco años, según explicó Julio Fernández. Paraguay celebra elecciones presidenciales el 30 de abril. Según la Constitución, los jefes de Estado nunca pueden ser reelegidos.
En el caso de Paraguay, entre el 42% y el 45% de los ingresos fiscales son generados por el comercio exterior, lo que hace recaer sobre esa actividad la financiación del Presupuesto General, que depende de estas recaudaciones.
Fernández insistió en que los acuerdos comerciales suelen implicar un desarme arancelario. Es decir, Paraguay dejaría de cobrar aranceles a China, lo que tendría un impacto notorio en las arcas del Estado. Esto implica básicamente un déficit fiscal enorme. Esto será un suicidio fiscal... La suma de US$ 3.500 millones se explica por los US$ 500 millones que dejaremos de recaudar por las importaciones de China Continental y los US$ 200 millones de pérdida por sacrificar el vínculo con Taiwán, señaló.
Fernández también consideró que, aunque un acuerdo abriría la puerta a las exportaciones a China, no supondría ninguna compensación. ”Para compensar anualmente la pérdida de recursos (que representará un verdadero agujero fiscal imposible de cerrar) el sector empresarial paraguayo deberá vender a China más del 100% del Producto Interno Bruto (PIB). Debemos vender a China anualmente más de 50.000 millones de dólares y nuestro PIB ronda los 40.000 millones de dólares. Hay límites a la frontera agrícola y a la producción ganadera, afirmó.
En otras palabras, nuestro PIB debe duplicarse para compensar sólo la pérdida fiscal, y la duplicación de nuestro PIB en términos constantes nos llevó cerca de 27 años (de 1994 a 2021); mientras tanto, el próximo gobierno no podrá compensar el sacrificio de US$ 3.500 millones de menores ingresos (en el quinquenio); a menos que continúe el endeudamiento, agregó.
En cuanto al comercio con China, el director de Aduanas expresó que compramos por unos US$ 3.700 millones, pero cobramos una tasa promedio del 18%.
Con el desarme arancelario producto de un acuerdo comercial, por un lado, dejaremos de obtener recursos y, por otro, tendremos una avalancha de más productos de origen chino a un precio mucho menor porque debemos descontar aranceles. Esto obligará a muchas empresas a abandonar el negocio de la producción y nos concentraremos en actividades comerciales con productos de China continental, con el consiguiente impacto en la pérdida de puestos de trabajo, prosiguió.
Lo cierto es que habrá beneficios para sectores específicos como los exportadores de soja y los frigoríficos; podrán vender su producción con alguna bonificación; pero las exportaciones no están gravadas y los beneficios serán muy inferiores a las pérdidas (...). Creo que la opción de Taiwán sigue siendo la mejor, es un país con alta tecnología con el que podemos negociar acuerdos de cooperación más amplios en múltiples sectores que nos pueden ayudar a avanzar hacia un desarrollo más acelerado”, concluyó.
(Fuente: Ultima Hora)