El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, admitió el lunes su derrota en el referéndum celebrado el domingo, con el que pretendía recabar el consenso suficiente para el resto de su mandato tras 18 meses en el cargo. Los ciudadanos debían decidir, entre otras cuestiones, si los ecuatorianos podían ser extraditados para ser juzgados en el extranjero por narcotráfico. Lasso se mostró a favor de la idea, una escasa mayoría (51%) no lo hizo con el 47% de los votos escrutados.
Acepto que la mayoría no esté de acuerdo en que esos temas se resuelvan con las herramientas puestas a consideración en el referéndum, dijo Lasso en declaraciones radiales y televisivas. El ex banquero de derecha había pedido un debate amplio y serio, sin dogmas ni ideologías, sobre cómo enfrentar la amenaza que hoy representa el narcotráfico y sus vínculos con sectores políticos.
Además de perder el referéndum, el partido opositor de izquierda Revolución Ciudadana del ex presidente Rafael Correa (2007-2017) ganó las alcaldías de Quito y Guayaquil, también en juego el domingo pasado. Correa, condenado en 2020 a ocho años de cárcel por corrupción, había llamado desde su exilio en Bélgica a votar en contra de las propuestas de Lasso.
En la pregunta clave sobre la extradición, los No obtuvieron el 51% de los votos válidos frente al 49% del Sí, según resultados preliminares difundidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), contradiciendo así una encuesta de Cedatos de la semana anterior según la cual el 66% de los ecuatorianos estaba a favor de la extradición.
Además del referéndum, los ecuatorianos eligieron a unas 5.700 autoridades locales en un proceso marcado por la violencia que azota al país debido al narcotráfico y que dejó dos candidatos a alcaldes muertos. El correísmo ganó al menos siete de las 23 prefecturas provinciales, entre ellas las de Guayas y Pichincha. También ganó las alcaldías de Quito y Guayaquil, el puerto que durante 30 años fue un bastión de la derecha.
Si bien seguimos creyendo en los ejes de esta consulta, también es cierto que el bienestar futuro de Ecuador no dependía ni depende exclusivamente de ella, dijo Lasso, quien salvo imprevistos gobernará el país sudamericano hasta 2025.
Los candidatos correístas ganaron las alcaldías estratégicas de Quito y Guayaquil, además de las prefecturas de siete de las provincias más pobladas del país. Las elecciones regionales y municipales del domingo, que aún no tienen un resultado definitivo, son vistas como una proyección para las presidenciales de 2025.
Según datos oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE), Pabel Muñoz triunfó con el 25,2% de los votos para la alcaldía de Quito, mientras que, en Guayaquil, con el 93,6% de los votos escrutados, Aquiles Álvarez obtuvo el 39,7% de los sufragios. Los resultados en Guayaquil, centro económico de Ecuador, suponen un duro golpe para el partido socialcristiano de derechas, que llevaba 31 años en la administración municipal. Los candidatos de Revolución Ciudadana también tomaron la delantera en algunas de las provincias más pobladas de Ecuador. Así, en Pichincha, con el total de votos escrutados, Paola Pabón obtuvo el 27,9% de los sufragios, mientras que, en Guayas, con el 93,2% escrutado, Marcela Aguinaga se consolidó en el primer lugar con el 34,4%.
Con estos resultados, los bonos de Ecuador registraron las mayores caídas de los mercados emergentes, ya que los títulos con vencimiento en 2030 se hundieron más de 7 centavos de dólar hasta los 62,3 centavos, la mayor caída en un solo día desde que se emitieron en 2020.