La Armada argentina tiene previsto adquirir por 450.000 euros dos vehículos submarinos no tripulados (UUV) para misiones hidrográficas y de búsqueda de minas, además de nuevas unidades tradicionales para su comando de submarinos, según se ha informado.
Según el pliego de condiciones del contrato, los UUV deben disponer de modos de búsqueda frontal y lateral, además de sistemas de navegación triples (inercial, cartografía del fondo y corrección por señal GPS mediante módem acústico desde una sonoboya). Las nuevas unidades se entregarán en el plazo de un año a partir de la firma del acuerdo con la empresa fabricante.
”El mayor déficit se ha detectado a la hora de disponer de vehículos submarinos no tripulados (UUV) con capacidad para actuar en entornos submarinos, especialmente en capacidades relacionadas con la guerra de minas (MCM), hidrografía y guerra antisubmarina (ASW), señala la Armada en los documentos que establecen la necesidad del gasto.
El desarrollo de capacidades mediante vehículos de superficie o submarinos no tripulados está recibiendo un fuerte impulso a través de programas y proyectos tanto de la UE como de la OTAN. La Armada participa actualmente en estos proyectos, si bien, por el momento, no se cuenta con vehículos de estas características que aporten experiencia en su utilización”, continúa el informe.
La Armada Argentina ha participado en maniobras de la OTAN con vehículos no tripulados. En septiembre del año pasado, la Armada evaluó el Sparus, un UUV de la empresa catalana Iqua Robotics con el que ya está familiarizado el personal de la Fuerza de Medidas Contraminas, según fuentes de Defensa argentinas.
El contrato está gestionado por la Dirección de Gestión Económica de la Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada a través de un procedimiento de licitación abierto cuyo plazo finaliza el 27 de enero. La apertura de las propuestas está prevista para el 7 de febrero.
La Armada argentina también está centrada en la actualización de su flota de submarinos. El ministro de Defensa, Jorge Taiana, recordó recientemente que no es un secreto que el Comando de la Fuerza de Submarinos de la Armada no cuenta con unidades operativas tras el hundimiento del ARA San Juan, además de las interminables reparaciones de su buque gemelo el ARA Santa Cruz. Por si fuera poco, el ARA Salta de la clase Tipo 209 ya no está apto para navegar y está siendo utilizado para adiestramiento.
Durante 2022 se visitaron las instalaciones del astillero francés Naval Group y del astillero alemán ThyssenKrupp Marine Systems. La propuesta francesa se basaría en los submarinos de la clase Scorpene; mientras que la alemana podría basarse en nuevos submarinos de la clase Type 209 o Type 214 (una versión de las unidades Type 212 operadas por Alemania e Italia).
Por ello, en breve se firmará un precontrato con uno de estos proveedores, informaron fuentes de Defensa. La Armada argentina también está negociando con su homóloga brasileña el traspaso de algunos de los submarinos de la clase Tupi que serán retirados del servicio con la llegada de las nuevas unidades de la clase Scorpene. Mientras tanto, oficiales de la Armada Argentina están realizando su entrenamiento práctico en unidades de la Armada Peruana tras un acuerdo con ese país.
La Armada Argentina también está a punto de comenzar a finales de este mes los trabajos de reparación del buque logístico ARA Patagonia (B-1) en la base de Puerto Belgrano.
El Patagonia, de la clase Durance, fue incorporado el 9 de julio de 2000, tras prestar servicio en la Armada francesa entre 1976 y 1999, para sustituir al retirado ARA Punta Médanos y es conocido por sus capacidades de reabastecimiento en el mar (RAS). Con un alcance operativo de hasta 6.000 millas náuticas, el ARA Patagonia es un elemento frecuente durante las Campañas Antárticas de Verano.