El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó esta semana un programa de apoyo técnico de dos años para Paraguay en materia de políticas macroeconómicas.
Los nuevos ajustes que se implementarán a través del Instrumento de Coordinación de Políticas (ICP) desbloquearán el financiamiento para el país sudamericano, se informó.
El FMI explicó en un comunicado que el PCI es un mecanismo para ayudar a los países a formular e implementar programas de política macroeconómica que puedan ayudarlos a destrabar el financiamiento de acreedores oficiales o inversores privados.
El PCI está a disposición de todos los miembros del FMI que no requieren financiación del Fondo en el momento en que se aprueban dichos programas y no implica el vencimiento de obligaciones financieras con el FMI.
El subdirector gerente y presidente interino del Directorio del FMI, Kenji Okamura, explicó en la nota que Paraguay necesita restablecer los fondos de contingencia y volver a tener un techo de déficit fiscal del 1,5% del PIB en 2024.
El país también debe mejorar la movilización de los ingresos, reformar el fondo público de pensiones y aumentar la eficiencia del sector público cuando la política monetaria está dirigida a devolver la inflación al objetivo del 4% y mantener las expectativas de inflación bien ancladas.
Okamura también elogió a las autoridades paraguayas por utilizar las intervenciones cambiarias sólo para hacer frente a las condiciones desordenadas del mercado.
Según el FMI, en 2020 y 2021, Asunción implementó medidas de apoyo fiscal, social y financiero apropiadas para mitigar el impacto negativo de la pandemia y para una recuperación sostenida.
Sin embargo, este año la economía del país sudamericano ha sufrido varios choques simultáneos, como una dura sequía y un repunte de la inflación por la guerra en Ucrania. Si bien las perspectivas económicas siguen siendo favorables, han surgido varios riesgos con vientos en contra a nivel mundial, choques climáticos adversos más frecuentes e incertidumbres internas, señaló Okamura.
En resumen, Paraguay tendría que asegurar la estabilidad y la resistencia macroeconómica; aumentar la productividad mientras se fomenta el crecimiento económico, e incrementar la protección social y la inclusión.