El Gobierno de Estados Unidos se apresuró a explicar este miércoles que el publicitado apretón de manos entre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el enviado para asuntos climáticos, John Kerry, en Sharm El-Sheikh, fue un hecho no planificado.
El portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Ned Price, dijo durante una rueda de prensa que quienes vieron el intercambio de 25 segundos se dieron cuenta de que Nicolás Maduro interrumpió lo que era una reunión en curso de la COP27 para interactuar con el enviado especial Kerry, y eso fue en gran medida una interacción no planificada, dijo Price al tiempo que insistió en que Kerry había sido tomado por sorpresa.
Maduro también había saludado al presidente francés Emmanuel Macron esta semana. Tengo entendido que Maduro ha hecho esto a varios líderes mundiales. Esta interacción ciertamente no estaba planeada, aseveró Price, quien insistió en que el encuentro no estaba de ninguna manera planeado.
El Gobierno venezolano está sometido a severas sanciones por parte de Estados Unidos, aunque se ha registrado de cierto acercamiento. El 5 de marzo, el asesor del presidente Joseph Biden para América Latina, Juan González, se reunió con Maduro en Caracas, aunque a puerta cerrada.
Biden siguió aplicando las sanciones a Venezuela impuestas por su antecesor, Donald Trump (2017-2021) y reiteró que sólo aflojará la presión si Maduro retoma el diálogo con la oposición, suspendido desde el año pasado. EEUU y Venezuela no tienen relaciones diplomáticas oficiales desde 2019, cuando Trump reconoció a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, algo que Biden ha mantenido.
Mientras tanto, en la actividad estrictamente de la COP27, Kerry anunció un nuevo plan de créditos de carbono conocido como The Energy Transition Accelerator, una asociación con el Fondo de la Tierra de Jeff Bezos y la Fundación Rockefeller, con Microsoft también mostrando cierto interés. La estrategia pretende canalizar el capital privado para ayudar a los países de renta media a realizar la transición a las energías renovables.
Kerry dijo que el objetivo era ponerlo en marcha a más tardar en la COP28, el año que viene en Dubai. El acelerador permitiría a las empresas comprar créditos de carbono, que financiarían proyectos de energía renovable en los países en desarrollo. Esas empresas podrían entonces contabilizar las reducciones de emisiones para alcanzar sus propios objetivos de cero emisiones.
Chile y Nigeria han expresado un temprano interés en participar en el programa, así como Microsoft y Pepsi, según un comunicado de prensa del Departamento de Estado.