El Primer Ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, lanzó este martes un llamamiento en nombre de la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS, por su sigla en inglés) para que las compañías petroleras paguen un impuesto global sobre el carbono y ayuden así a deshacer algunos de los daños causados por el cambio climático.
En su intervención en la Conferencia de las Partes (COP27) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, celebrada en el puerto egipcio de Sharm El-Sheikh, Browne insistió en que las naciones a las que representa sufren algunos de los peores impactos.
La industria del petróleo y el gas sigue obteniendo casi 3.000 millones de dólares estadounidenses diarios de beneficios, dijo también Browne.
Ya es hora de que a estas empresas se les haga pagar un impuesto mundial sobre el carbono por sus beneficios, como fuente de financiación de las pérdidas y los daños. Los productores despilfarradores de combustibles fósiles se han beneficiado de ganancias desorbitadas a costa de la civilización humana. Mientras ellos se benefician, el planeta arde, añadió.
También subrayó que esos superávits son dinero más que suficiente para cubrir los costes de los grandes daños climáticos en los países en desarrollo.
La idea ya había sido planteada en la COP27 por el Secretario General de la ONU, António Guterres, quien pidió a todos los gobiernos que apliquen impuestos a los beneficios extraordinarios: Redirijamos el dinero a las personas que sufren el aumento de los precios de la energía y los alimentos y a los países que sufren pérdidas y daños causados por la crisis climática, dijo Guterres.
Las pequeñas naciones insulares, incluidas las del Caribe, como Antigua y Barbuda, llevan mucho tiempo reclamando ayuda y financiación internacional para hacer frente a los daños causados en sus países por el cambio climático.
La Alianza de los Pequeños Estados Insulares (AOSIS) es una organización intergubernamental de países costeros y pequeñas islas creada en 1990 para consolidar las voces de estos países a la hora de abordar el cambio climático, al que son especialmente vulnerables debido a la suba del nivel del mar, la erosión costera y la intrusión de agua salada.
Por su parte, el Presidente de Senegal, Macky Sall, dijo a los asistentes a la COP27 que las naciones en desarrollo de África también insisten en la necesidad de aumentar la financiación para hacer frente a los retos que plantea el cambio climático, al tiempo que se resisten a los llamamientos para abandonar inmediatamente los combustibles fósiles que podrían impulsar el crecimiento económico. Seamos claros, estamos a favor de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero los africanos no podemos aceptar que se ignoren nuestros intereses vitales, subrayó.