El ministro de Seguridad de Argentina, Aníbal Fernández, sostuvo este lunes que la Policía Federal no manipuló el teléfono móvil del ciudadano brasileño detenido en relación con el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El ministro también explicó que le había ofrecido su renuncia al presidente Alberto Fernández porque estas cosas hay que hacerlas así, pero el jefe de Estado lo ratificó en el cargo. Dirigentes sociales como Hebe de Bonafini, de Madres de Plaza y Mayo, habían pedido la cabeza del ministro Fernández.
Los protocolos se cumplieron correctamente por parte de la Policía Federal durante el operativo de custodia de la vicepresidenta, insistió el ministro.
Consultado por el hecho de que el asaltante se haya acercado a escasos centímetros de la ex mandataria, dijo: eso es muy difícil de resolver en una situación abierta como en la que estábamos. Destacó que en cuestión de segundos el agresor fue detenido por la Policía Federal y que minutos después se pudo determinar que había un arma.
No estoy justificando [nada]. Ni mucho menos. Lo que ha ocurrido es un hecho espeluznante que estamos tratando con mucho cuidado y profesionalidad, subrayó Fernández.
En cuanto a la restitución del teléfono móvil a los valores predeterminados, Fernández argumentó que la Policía Federal no lo manipuló. Lo que hicieron fue recogerlo, meterlo en una bolsa de Faraday -crean un campo electromagnético para que no se pueda acceder a él a distancia- y enviarlo al Juzgado. Añadió que el Poder Judicial emitió un recibo en el que se dice que el teléfono de Fernando André Sabag Montiel fue recibido con la cadena de custodia intacta. Fernández también dijo que la jueza María Eugenia Capuchetti y la fiscalía han hecho un buen trabajo
La caja de Faraday es cuando queremos hablar y la señal no sale porque rebota en todos lados, explicó Fernández en la puerta del Ministerio.