Los socios comerciales chilenos del desprestigiado ex presidente paraguayo Horacio Cartés estarían presionando para romper todos los lazos comerciales con el hombre declarado significativamente corrupto por el Departamento de Estado estadounidense el mes pasado.
Cartés, a quien desde entonces se le ha prohibido la entrada a EE.UU. junto con su familia, también ha sido vinculado con presuntas organizaciones terroristas y su nombre ha salido a relucir en el escándalo de Emtrasur, un Boeing 747 de carga que quedó en el aeropuerto internacional de Ezeiza, en Buenos Aires, tras aterrizar en Argentina con una tripulación de 5 iraníes y 14 venezolanos.
En este escenario, el empresario Andrónico Luksic, del holding de inversiones Quiñenco, estaría tratando de desvincular a su firma de todo lo que involucre a Cartés, con quien se asoció por primera vez en 2013 a través de la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU). En 2018 ampliaron su sociedad a través de Enex, una cadena de gasolineras. En ambos casos, cada parte tiene el 50% de las acciones.
Luksic, uno de los hombres más ricos de Chile, y un grupo de ejecutivos de Quiñenco, CCU y Enex Chile visitaron Paraguay a principios de este mes para reunirse con el ex mandatario.
Según La Tercera, Cartes y Luksic romperían su sociedad. Aunque el motivo no fue revelado, sólo una cuestión tiene sentido en los círculos empresariales: los accionistas deben haber solicitado a los directorios tener acceso a la información económica de las empresas. Es la antesala de la diligencia debida para desmantelar la empresa y comprar.
El Grupo Luksic busca una solución rápida, pero no precipitada. Saben que es un problema complejo con soluciones complejas. Pero todo apunta a la disolución de la alianza..., continúa La Tercera.
La pregunta ahora es quién comprará el 50% del otro. Se cree que Cartés no tiene los activos suficientes para convertirse en dueño absoluto, lo que deja un intercambio como la solución más factible. En ese caso, Luksic preferiría quedarse con la embotelladora, un negocio en el que ser un actor regional es más relevante que la distribución de combustibles.
”CCU negocia sus acciones en Nueva York bajo la figura de ADRs (American depositary receipt, figura que le permite operar en el mercado estadounidense). Y Enex tiene operaciones directas en ese país. Una acusación del gobierno de Joe Biden contra un socio directo de sus empresas requiere casi una sola medida: deshacer la empresa, agrega La Tercera.
Heineken controla CCU en Chile junto a Quiñenco, de Luksic. La multinacional europea participa en el directorio de CCU -cada parte elige cuatro directores y el noveno es por consenso- y tiene licencias directas con la empresa en la que participa Cartés. Por lo tanto, su opinión es relevante a la hora de decidir el futuro de las alianzas.
Según el Diario Financiero, la intención de Luksic de separarse de Cartés tiene que ver con la intención de su conglomerado de implementar un proyecto minero llamado Twin Metals.
Se trata del proyecto Twin Metals, que le ha traído más de un dolor de cabeza al empresario (Luksic). Esto, porque si bien fue aprobado por primera vez para operar en el gobierno de Trump, la actual administración dio un paso atrás por estar en una reserva natural, y el proceso está en tribunales. Luksic ha contratado a lobistas y ambientalistas de peso en Estados Unidos para convencer de que su proyecto es responsable”, concluyó DF.
Mientras tanto, un cargamento de cigarrillos de contrabando incautado por las autoridades chilenas en un paso fronterizo con Bolivia la semana pasada incluía 135.000 cajetillas de la marca Eight, fabricada por la tabacalera de Cartés, Tabesa SA. Estos cigarrillos fueron uno de los últimos productos transportados al extranjero por el 74 de Emtrasur.