El juez federal argentino Federico Villena ordenó este lunes la devolución de sus pasaportes a 12 de los 19 tripulantes del Boeing 747-300 de carga venezolano-iraní actualmente incautado en el aeropuerto internacional de Ezeiza.
El magistrado también mantuvo su prohibición de salir del país a los otros siete miembros de la tripulación, incluido el capitán iraní sobre el que el FBI levantó sospechas. Villena aún tiene dudas sobre si parte de la tripulación pudo haber llegado al país con intenciones más allá del transporte de autopartes de fabricación mexicana.
La investigación aún debe determinar si, bajo la apariencia o 'pantalla' de una actividad lícita, parte de la tripulación estaría realizando maniobras ilícitas indeterminadas que afectan la seguridad nacional y regional, dijo el juez en su resolución de 260 páginas.
Quienes deberán permanecer en Argentina son los ciudadanos iraníes Gholamreza Ghasemi, Abdolbaset Mohammadi, Mohammad Khosraviaragh y Saeid Vali Zadeh, y los venezolanos Víctor Pérez Gómez, Mario Arraga Urdaneta y José García Contreras.
Según la decisión del magistrado, el tribunal aún debe determinar ”si ciudadanos de distintas nacionalidades, bajo la apariencia de realizar una actividad lícita, están financiando operaciones terroristas (concretamente con Hezbolá) o si forman parte de un plan vinculado a la citada organización terrorista.
La aeronave, anteriormente propiedad de la iraní Mahan Air, volaba bajo los colores de la venezolana Emtrasur, filial de carga de la aerolínea de bandera Conviasa. Las tres empresas figuran en la lista negra del Departamento del Tesoro de Estados Unidos por haber prestado presuntamente apoyo logístico a actividades terroristas patrocinadas por Irán en todo el mundo.
Argentina está preocupada por la presencia de los tripulantes iraníes debido a las alertas rojas sobre ex funcionarios de ese país por su presunta participación en el atentado de 1994 contra el centro judío AMIA de Buenos Aires, que dejó 85 muertos y unos 300 heridos.
Villena había liberado la carga de la aeronave el pasado lunes, pero no ordenó ningún cambio respecto a la situación del avión y su tripulación, a pesar de las peticiones del gobierno iraní: No hay razón para que nuestros ciudadanos sean detenidos, son personal civil de alto nivel que estaba cooperando en el entrenamiento de venezolanos para operar uno de los aviones que fueron comprados a Irán”, alegó Teherán.