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Gobierno argentino abierto a indemnizar a perjudicados por vacunas COVID-19
Todas las acciones legales deben emprenderse dentro de los tres años siguientes a los efectos generados por la vacuna Las personas que hayan sufrido un “evento adverso” por las vacunas contra el COVID-19 podrán solicitar una indemnización al Gobierno argentino en virtud del “Fondo de Reparación del Covid-19”, según la Resolución 7/2022 del Ministerio de Salud publicada este lunes en el Boletín Oficial.
La medida está dirigida a personas vacunadas contra el SARS-CoV-2 que hayan tenido inconvenientes derivadas del procedimiento, quienes deberán seguir una serie de pasos de verificación para evaluar si el daño fue causado por la vacuna y, de ser así, si tienen derecho a una indemnización monetaria que sería calculada por la Secretaría de Gestión Administrativa del Ministerio de Salud.
”La tramitación del reclamo indemnizatorio ante las Comisiones Médicas Jurisdiccionales, previstas en el artículo 8 de la Ley Nº 27.573, requerirá que el evento adverso haya sido previamente notificado a través del Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA) por el personal de salud que asiste al presunto damnificado o la presunta damnificada, o que toma conocimiento del evento“, señala la resolución.
También especifica que en caso de muerte o incapacidad física total y permanente de la persona luego de recibir la vacuna ”el Fondo de Reparación Covid-19 pagará una indemnización equivalente a 240 jubilaciones mínimas del SIPA”, que rondaría los AR$ 9 millones (US$ 27.700 al cambio no oficial).
“Si los daños causados por la vacuna no causan incapacidad física total o permanente, la indemnización deberá ser valorada proporcionalmente sobre ese monto de acuerdo al porcentaje de incapacidad establecido por las comisiones médicas”, señala también el documento.
Todas las acciones legales deben emprenderse en los tres años siguientes a los efectos generados por la vacuna.
No se ha revelado el número de personas que han sufrido algún efecto secundario o permanente generado por las vacunas COVID-19 en uso desde principios de 2021.
