El ex presidente paraguayo Horacio Cartés (2013-2018) ha sido incluido en la lista negra de personas altamente corruptas del Departamento de Estado de EE.UU., según informó este viernes el secretario de Estado Antony Blinken en un comunicado.
El embajador de EE.UU. en Paraguay, Marc Ostfield, dijo en una conferencia de prensa que la decisión del Departamento de Estado significa que Cartés y sus familiares directos no son elegibles para entrar en Estados Unidos. La prohibición incluye a los hijos del ex presidente, Juan Pablo Cartés Montaña, Sofía Cartés Montaña y María Sol Cartés Montaña por obstruir una investigación criminal internacional.
El ex presidente Cartés obstruye una importante investigación penal transnacional para protegerse a sí mismo y a su socio criminal de un potencial enjuiciamiento y de un daño político, argumentó Blinken.
Mantenemos nuestro compromiso de apoyar la democracia y promover la rendición de cuentas de los funcionarios corruptos, dijo también el Departamento de Estado.
Cartés está siendo investigado por la Secretaría de Prevención de Lavado de Activos (Seprelad) de Paraguay por su presunta participación en una red de tráfico. La pesquisa sigue un hilo de documentos filtrados por la Fiscalía de Paraguay que probarían que las múltiples empresas de las que Cartés es propietario o principal accionista obtuvieron ganancias extraordinarias por compras y ventas entre sí.
Las actividades presuntamente ilegales de Cartés habrían incluido el contrabando de cigarrillos a Brasil e incluso se especula con el tráfico de drogas, la trata de blancas y el tráfico de armas. Uno de los envíos de tabaco de Cartés al extranjero ha sido vinculado por la prensa con el avión Boeing 747-300 de Emtrasur venezolano-iraní incautado por las autoridades argentinas en el aeropuerto de Ezeiza.
El ex jefe de Estado siempre ha negado las acusaciones y ha insistido en que se trata de violencia política.
El embajador Ostfield lanzó un llamamiento para reforzar la lucha contra los grupos criminales que ponen en riesgo las democracias. También se comprometió a seguir añadiendo individuos corruptos a la lista negra del Departamento de Estado de EE.UU. mientras haya pruebas de cualquier delito, porque reafirma el compromiso de EE.UU. con la lucha contra la corrupción, que perjudica el interés público, obstaculiza la prosperidad económica de los países y reduce la capacidad de los gobiernos para responder eficazmente a las necesidades de su población. La de Cartés no será la última adición a la lista negra en Paraguay, admitió Ostfield.
Mientras tanto, el ex jefe de Estado afirmó en las redes sociales que estas acusaciones eran infundadas e injustas.
Expertos jurídicos insistieron en que la decisión del Departamento de Estado era una mera declaración que, además de imponer algunas restricciones de viaje a determinadas personas, no implicará su procesamiento penal.
Tras las sanciones de EE.UU., la Fiscalía de Paraguay dijo que la decisión de Washington representa un respaldo a la labor de las instituciones del país y agregó que se investiga la posible participación de Cartés en diferentes hechos que podrían tener relevancia penal.