Mientras las próximas elecciones presidenciales parecían un enfrentamiento inevitable entre el derechista Jair Bolsonaro y el ex mandatario Lula Da Silva del PT, los medios brasileños sacudieron este miércoles el escenario político con rumores de que el ex presidente Michel Temer podría sumarse a la carrera en nombre del conservador Movimiento Democrático Brasileño (MDB).
La candidata del MDB, Simone Tebet, ha ido perdiendo apoyos dada su baja aprobación en la mayoría de las encuestas que anunciaban que no sería una tercera vía entre Lula y Bolsonaro.
En ese escenario, grupos del MDB sacaron a relucir la idea de que Temer se convierta en el pacificador de Brasil, según publicó O Globo en su edición online.
Temer ascendió de la vicepresidencia a la jefatura de Estado tras la destitución de Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) de Lula, y gobernó entre 2016 y 2018.
Lula recibió esta semana el apoyo de 11 dirigentes del MDB, que decidieron abandonar a Tebet. De ahí la iniciativa de mantener el partido unido en torno a Temer. Según la columna de Lauro Jardim en O Globo, Temer sería lanzado como el pacificador de Brasil. Las especulaciones han aumentado después de que se pidiera al presidente del MDB, Baleia Rossi, que pospusiera la convención nacional del partido del 25 de julio al 5 de agosto.
Temer habría analizado la cuestión con la dirección del partido, donde también se está considerando rebajar a Tebet a candidata a la vicepresidencia detrás de Temer.
Un empresario citado por los medios de comunicación brasileños dijo que el ex presidente estaba dispuesto a aceptar la oferta del partido si se concretaba, pero que no participaría en ninguna de las primarias del partido.
Temer dejó el Palacio del Planalto con un 7% de aprobación, según Datafolha en diciembre de 2018. Su prestigio en los círculos empresariales es alto, gracias a las reformas puestas en marcha bajo su mandato, pero no es un político atractivo para las grandes masas.
Con candidatos de izquierda ganando en toda Sudamérica y el cuestionado liderazgo de Bolsonaro, los conservadores buscan alternativas a Lula.