Las empresas emergentes brasileñas conocidas como unicornios, están sufriendo despidos masivos después de que su impulso inicial parece haberse calmado y las consecuencias de los confinamientos por COVID-19 y sus consiguientes crisis económicas empiezan a pasar factura, se informó.
A medida que las inversiones empiezan a escasear en un entorno de políticas monetarias cada vez más restrictivas, las empresas se dan cuenta de que sus proyecciones de 2019 o anteriores deben quedar en suspenso. Los analistas hablan de un momento de corrección tras el boom vivido en los últimos cinco años.
Brasil fue el país con más unicornios de la región, al multiplicarse el interés por las startups tecnológicas. Sin embargo, el apetito de los inversores ha disminuido en los últimos meses en un contexto de suba de los tipos de
interés en las principales economías del mundo para frenar el aumento de la inflación.
El aumento de los tipos de interés hace que los inversores migren de inversiones más arriesgadas a otras menos arriesgadas, dijo a EFE el presidente de la Asociación Brasileña de Startups (Abstartups), Felipe Matos.
Según Abstartups, en el primer semestre de 2022 hubo una reducción del 40% en las inversiones en Brasil, donde hay más de 20 unicornios, término que se refiere a startups que valen al menos 1.000 millones de dólares.
Con menos financiación disponible, el valor de las startups ha caído, lo que ha provocado un aumento de los recortes para adaptarse al nuevo escenario, señaló Matos.
La agrupación de unicornios dijo que se han registrado unos 1.000 despidos en los últimos meses, aunque otras fuentes mencionan al menos el doble de cesantías.
Los recortes han alcanzado a los gigantes inmobiliarios QuintoAndar y Loft; a la comercializadora de coches mexicana Kavak; a la fintech Ebanx y a la plataforma de comercio digital Vtex, entre otras.