Los asesinos del fiscal paraguayo contra el crimen organizado Marcelo Pecci han sido condenados a 23 años y medio de cárcel a última hora del viernes tras un acuerdo con los fiscales colombianos, según se anunció.
Cuatro de los cinco detenidos han confesado sus crímenes, han pedido perdón a la familia de la víctima y aceptado su condena por homicidio agravado y tráfico, fabricación o porte de armas de fuego, señalaron las autoridades en un comunicado.
Pecci, de 45 años, un fiscal paraguayo especializado en narcotráfico y lavado de dinero, fue baleado mientras estaba de luna de miel en la isla de Barú, cerca de Cartagena. En el momento del asesinato, estaba con su esposa, la periodista Claudia Aguilera, que no era el objetivo de los sicarios, que llegaron en una moto de agua. Al parecer, los sicarios recibieron unos 530.000 dólares de manos de personas que no han sido identificadas.
Wendre Still Scott Carrillo, que hizo los disparos; Eiverson Adrián Arrieta Zabaleta, encargado de la logística; y Marisol Londoño Bedoya y su hijo Cristian Camilo, responsables de seguir los pasos de la pareja, cumplirán condena por el crimen.
Scott Carrillo es de nacionalidad venezolana, mientras que todos los demás son colombianos. El quinto detenido, Francisco Luis Correa Galeano, considerado el autor intelectual del crimen, se declaró inocente.
Los fiscales colombianos reconstruyeron el asesinato a partir de las imágenes de las cámaras de seguridad, en las que se ve a Pecci y a su esposa tomando el sol cuando aparecieron los asesinos. Gabriel Carlos Luis Salinas Mendoza, también de nacionalidad venezolana, sigue en libertad. Ha sido identificado por las autoridades colombianas como quien conducía la moto de agua que llevó al pistolero a la playa privada.
Los asesinos iban a ser condenados a 47 años de prisión, pero recibieron una reducción por confesar los crímenes y colaborar en la investigación.
Pecci había investigado a bandas brasileñas, así como a blanqueadores de dinero libaneses de la Triple Frontera de Paraguay, Brasil y Argentina. También estuvo a cargo de casos de gran repercusión, como el secuestro y asesinato en 2005 de la hija del ex presidente Raúl Cubas (1998-1999), y el procesamiento en 2020 del astro del fútbol Ronaldinho, detenido en Asunción por falsificación de documentos.
La familia de Pecci había solicitado que se aplicara la pena máxima. Su hermano Francisco también explicó que la familia no buscará una reparación económica por el crimen, mientras que su padre, también llamado Francisco, ex juez paraguayo, dijo que las autoridades deben llegar a los responsables intelectuales del asesinato. Sería bueno que el Poder Judicial de Paraguay se encargara de esta investigación. Esta herida no se va a cerrar nunca para nosotros, los familiares, añadió. ¿Será posible derrotar a esta poderosa organización criminal en esta región?, prosiguió.
Según un experto colombiano en temas judiciales, a pesar de la condena, los autores podrían salir en libertad condicional en 10 años, tras haber cumplido 3/5 de la pena.