La ex presidenta chilena Michelle Bachelet pronunció este lunes un discurso que, según dijo, fue su último como Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Su salida del cargo había sido ampliamente demandada tras un viaje a China en el que poco o nada consiguió a favor de aquellos cuyos derechos habían sido descuidados y todo para sostener la narrativa del Gobierno local de que los campamentos eran medidas antiterroristas.
Tras su mensaje repasando la situación de los derechos y libertades fundamentales en el mundo ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Bachelet dijo: Esta histórica sesión será la última en la que comparezca.
Bachelet eligió esta ocasión para anunciar lo que muchos veían venir, aunque luego aseguró a los periodistas que la decisión estaba tomada desde hace dos meses.
La médica chilena dijo al Secretario General de la ONU, António Guterres, que su decisión se debía a razones personales.
Ya no soy una mujer joven y después de una larga y enriquecedora carrera, deseo volver a mi país y a mi familia, explicó Bachelet, al tiempo que negó que este anuncio estuviera vinculado en modo alguno a las críticas que ha recibido por su viaje a China. Después de tantos años como figura pública, Bachelet insistió en que estaba acostumbrada a recibir críticas desde todos los ángulos.
Se suponía que Bachelet iba a interesarse por la situación de la minoría musulmana uigur durante su viaje a China, pero en su lugar respaldó las rebuscadas explicaciones de Pekín.
El mandato del alto comisionado para los derechos humanos, creado en 1993, dura cuatro años y sólo se ha renovado una vez, cuando lo ocupó la sudafricana Pillay (2008-2014).
Guterres debe proponer ahora una nueva personalidad para el cargo que deberá ser aprobada por la Asamblea General de la ONU.