La ministra del Interior de Chile, Izkia Siches, advirtió que las Fuerzas Armadas “responderán” en caso de que se produzca un atentado por parte de grupos radicales mapuches, después de que se haya reimplantado el estado de excepción en La Araucanía debido a la creciente violencia.
No queremos víctimas civiles tanto [como no las queremos entre los] uniformados o carabineros, dijo Siches. En caso de ser atacados, tendrán que responder y defender sus vidas, añadió.
El Ejecutivo chileno anunció esta semana el restablecimiento del estado de excepción en la Macrozona Sur que permitirá a los militares hacer frente al conflicto mapuche en La Araucanía.
Sin embargo, Siches insistió en que la medida no resuelve los problemas de fondo que enfrenta esta zona, ya que el crimen organizado, el robo de madera o el narcotráfico son temas que no se van a resolver.
A veces se piensa que los militares van a resolver el problema de La Araucanía y eso no es efectivo, lo hemos visto en los últimos seis meses. En realidad, es algo que permite asegurar las carreteras, conducir con seguridad hacia una libre circulación, pero no mucho más allá de eso.
Siches también subrayó sus preferencias y las de la administración del presidente Gabriel Boric Font por el diálogo como el enfoque correcto para el tema.
”Si quieren utilizar estas demandas (de los indígenas) para encubrir o disfrazar el crimen organizado, el narcotráfico u otros hechos delictivos (...) nuestro gobierno será claro, enfático y no descansará en perseguir y encontrar a los responsables”, señaló.
Los militares reanudaron el patrullaje de La Araucanía, en el sur de Chile, el pasado miércoles, tras el aumento de la violencia por parte de grupos indígenas radicales mapuches. A principios de esta semana, las tropas entraron en la zona, a unos 600 kilómetros al sur de Santiago, y se registraron ataques incendiarios.
La orden de volver a militarizar la región de la Araucanía y algunas localidades de la vecina región del Biobío fue dada el lunes por el presidente Boric, quien tuvo que dar marcha atrás en su intención inicial de no utilizar los mismos métodos de su antecesor Sebastián Piñera para proteger la zona.