La Convención Constituyente de Chile publicó este domingo el borrador del texto que sustituiría a la Carta Magna heredada de 1980 y que fue inspirada por el ex dictador militar Augusto Pinochet.
El borrador consta de 499 artículos y 160 páginas, que se someterán a la aprobación popular mediante un referéndum el 4 de septiembre. La nueva Constitución propone que Chile es un Estado social y democrático de derecho. Es plurinacional, intercultural y ecológico. Se constituye como una República solidaria, su democracia es paritaria y reconoce como valores intrínsecos e inalienables la dignidad, la libertad, la igualdad sustantiva del ser humano y su indisoluble relación con la naturaleza. El nuevo texto también prevé una Legislatura de dos Cámaras, a diferencia de la estructura pinochetista.
La Convención ha necesitado 103 sesiones plenarias para llegar a un texto que supone un cambio sustancial respecto a la Norma Fundacional vigente.
El proyecto incluye, entre otros cambios, que el Estado reconoce y promueve una sociedad en la que las mujeres, los hombres, las diversidades y las disidencias sexo-genéricas participen en condiciones de igualdad sustantiva.
También ordena que todos los organismos del Estado, las empresas públicas y semipúblicas deben tener una composición paritaria que garantice que al menos el 50% de sus integrantes sean mujeres.
Otro cambio es que prohíbe el retorno forzoso a las fronteras de todas los solicitantes de asilo o refugiados extranjeros, además de contemplar la interrupción voluntaria del embarazo, y un parto y maternidad voluntarios y protegidos.
También menciona un pluralismo jurídico, que permitiría la creación de tribunales para los pueblos indígenas que coexistirían bajo un Poder Judicial Nacional coordinado, además de un Consejo de Justicia que supervisaría el funcionamiento de los tribunales de carácter autónomo, técnico y plurinacional para fortalecer la independencia de los magistrados.
El borrador será enviado este martes venidero a la Comisión de Armonización, formada por 40 constituyentes, que revisará la redacción y hará sugerencias para darle consistencia y coherencia.
Trabajará en paralelo con la Comisión del Preámbulo y la Comisión de Transición, que trabajará en los artículos necesarios para pasar de una Constitución a otra.
Si la nueva Constitución es rechazada por el plebiscito, la norma de la época de Pinochet seguirá en vigor.
La redacción de esta nueva propuesta de Constitución fue una forma política de apaciguar los levantamientos de octubre de 2019 que llevaron al entonces poco conocido Gabriel Boric a la palestra hasta el punto de que ahora es Presidente.