Sian tiene exactamente cuarenta años, pues nació durante uno de tantos bombardeos en plena guerra de las Islas Falkland en la capital Stanley. Hija de un ex infante de marina e integrante de la Fuerza de Defensa de las Falklands Anthony Taff, y de Jackie Davies, apellido pionero que en las Islas puede rastrearse varias generaciones hasta los primeros pobladores.
Su historia y de su familia es recogida en un sitio del gobierno de las Falklands que día a día reproduce acontecimientos y vivencias de la guerra.
Actualmente trabaja en la Corporación para el Desarrollo de las Falklands en el departamento que promociona la actividad de emprendimientos privados en las Falklands. Con orgullo menciona que las Islas desde hace unos diez años viven un boom de la construcción, con muchas viviendas nuevas, muchos puestos de trabajo.
No olvida empero los beneficios que surgieron en las Islas tras el fin del conflicto, tanto en materia de bienestar como de educación y salud, además de poder criarse al aire libre, aprovechando tanta libertad.
Me siento muy afortunada, por la libertad que disfrutamos, los recursos con que ahora contamos y las oportunidades que se ofrecen para desarrollarse aquí en las Islas
Pero también infinitamente agradecidas a todos los participantes de la Operación Corporate (que logró con la Fuerza de Tareas la recuperación de las Falklands de la ocupación argentina), un agradecimiento eterno que pasa de generación en generación.
Hace más de treinta años que recibo a integrantes de la Fuerza que nos liberaron, son mis amigos, tengo grandes amigos entre ellos, y los recibo en mi casa, pues mi casa es también la casa de ellos, resalta Sian.
Su padre Anthony Taff también recuerda que al momento de la invasión tenía 28 años y trabajaba en la Sección Repuestos de la Falkland Islands Company. Tiene memorias muy claras sobre cómo fue la ocupación, los toques de queda, amenazas e intimidaciones sufridas, y para copar con la situación, apelando a humor Isleño, la mitad del pueblo vivía a base de Valium y la otra de whisky cortado con agua. Agrega nunca dudé que los británicos enviarían una fuerza de tareas y que resultarían victoriosos.
Ser nuevamente libres es una sensación indescriptible. No aprecias la libertad pues tenemos la tendencia de tomarla como algo natural, siempre presente, hasta que la pierdes, tal fue el caso para nosotros durante esos 75 días de invasión y ocupación, pues para nosotros la guerra empezó el primero de abril, afirma Taff..