El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad se ha ido de Chile sin poder firmar un acuerdo para modernizar el Tratado de Asociación firmado hace 20 años.
Me hubiera gustado que esta visita hubiera coincidido con el anuncio de un acuerdo completo y total sobre este instrumento, dijo durante una rueda de prensa en Santiago el español Josep Borrell, que tiene doble nacionalidad con la vecina Argentina.
Borrell también confió en que la reconsideración no signifique la reapertura de las negociaciones, sino una mejor comprensión de los términos concretos del acuerdo alcanzado.
El diplomático también anunció que una potente comisión técnica estará en Santiago para aclarar todos los problemas que puedan quedar pendientes, que seguramente no serán muy graves, y que antes de fin de año, coincidiendo con el vigésimo aniversario, podamos firmar la modernización del acuerdo, que a juicio de Borrell será el más completo y el más moderno que tenga la Unión Europea con cualquier otro país y debe ser un modelo a seguir por los demás.
El ex ministro español de Asuntos Exteriores alabó los lazos de la UE con Chile, los más extraordinarios y antiguos, los más antiguos de todas las relaciones que tenemos con todos los países de América Latina.
Fue aquí en Santiago donde la Unión Europea abrió su primera delegación y fue con Chile con quien se firmó el primer Acuerdo de Asociación en 2002, subrayó Borrell.
Respecto a la llegada al poder del presidente chileno Gabriel Boric Font, Borrell señaló que estamos viendo en Europa, y las elecciones francesas han sido un buen ejemplo, que los partidos tradicionales están perdiendo peso en el panorama político de los distintos países y, aparentemente, están entrando nuevas formas que responden a nuevas demandas de la población.
Borrell también admitió que el crecimiento económico no corrige las desigualdades, y esto también genera nuevas formas de expresión. Pero mientras estas nuevas formas de expresión se desarrollen de forma democrática, no hay nada que objetar.
Cada país buscará la fórmula más adecuada y Chile lo está haciendo a través de una nueva Constitución, añadió.