El Banco Central de Argentina (BCRA) ha ajustado el tipo de interés referencial en 250 puntos básicos, hasta el 47% anual en términos nominales, en una medida para contrarrestar los efectos de la inflación galopante.
También esta semana de tres días laborables, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) anunció que la inflación de marzo se disparó al 6,7%, la más alta desde abril de 2002. Los precios subieron un 55,1% interanual, el mayor incremento desde junio de 2019, y un 16,1% en el primer trimestre del año.
Con estas cifras, Argentina es el único país de la región que se encuentra entre las cinco naciones del mundo con peor desempeño en materia de inflación, señaló el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) en un estudio.
Rusia sigue encabezando la lista tras su invasión de Ucrania y las consiguientes medidas de represalia de las potencias occidentales. El Iaraf dijo que la clasificación era la siguiente: Rusia 7,6%, Argentina 6,7%, Turquía 5,5%, Países Bajos Holanda 3,6%, España 3%.
Dentro de América Latina, Argentina ocupaba el primer lugar: Argentina 6,7%, Chile 1,9%, Brasil 1,6%, Guatemala y Perú 1,4% (igualados).
Impulsaron la inflación argentina la Educación (23,6%) por el aumento de las cuotas de los colegios privados; el Vestido y el Calzado (10,9%) por el cambio de temporada; y la Vivienda y los servicios públicos (7,7%), seguidos de los Alimentos y bebidas no alcohólicas (7,2%).
Según el Indec, el pan, los cereales, la leche, los lácteos, los huevos, la carne y sus subproductos, el azúcar, los dulces, el chocolate y las golosinas explicaron la mayor parte de los aumentos, que también fueron impulsados por el contexto internacional.
En marzo, los precios regulados crecieron un 8,4%, seguidos del IPC subyacente, con un 6,4%, mientras que los productos y servicios de temporada registraron un incremento del 6,2%, debido principalmente al aumento de las prendas de vestir y el calzado. En otras palabras, el aumento del 6,7% registrado en marzo se explica por un incremento del 4,28% en los precios de los bienes y del 2,39% en los servicios.
Por otro lado, el BCRA señaló que la aceleración de los precios en marzo se explicó principalmente por el shock internacional en el valor de los alimentos y la energía generado por la guerra entre Rusia y Ucrania.
De allí que la determinación de los aumentos de tasa de interés adecuados ante un shock de oferta negativo requiere una calibración diferente a la derivada de un shock de demanda, ya que el objetivo no es moderar la presión de la demanda, sino cortar los efectos de segunda ronda del aumento inicial de precios, preservar la estabilidad monetaria y cambiaria y proteger el ahorro en pesos de los argentinos, evitando incentivos que aceleren la dolarización, explicó el BCRA.
La subida de tipos es una condición necesaria, pero, por sí sola, no es suficiente para reducir la inflación, prosiguió. El BCRA también estimó que en abril y mayo la inflación comenzará a desacelerarse y aseguró que las tasas de interés activas se mantienen en niveles compatibles con la promoción de la inversión y la producción.