El Grupo de Puebla ha lanzado un llamado a la reindustrialización de América Latina para contrarrestar la dependencia de la región de insumos e importaciones globales.
Como resultado de la guerra en Europa del Este que siguió a la invasión rusa de Ucrania, el problema de la necesidad de Brasil de fertilizantes rusos se volvió primordial.
“No podemos contentarnos con Uber, Ifood y Airbnb” porque “quien se conforme con ser importador de tecnología será sometido de una manera más perversa que lo que está pasando hoy”, dijo la expresidenta brasileña Dilma Rousseff durante una reunión del Grupo de Puebla en Río de Janeiro.
“Veremos, en ese camino, jóvenes sin trabajo ni estudio. No podemos superar la desigualdad en América Latina si no nos reindustrializamos”, agregó.
La exjefa de Estado insistió en que toda América Latina debe volverse más autónoma y soberana en su geopolítica. También destacó que todo lo relacionado con los combustibles y el petróleo será central en este contexto bélico, algo de lo que es conocedora tras haber sido ministra de Minas y Energía.
Rousseff describió la predicción del fondo de inversión BlackRock de que habrá una nacionalización de las cadenas de valor en medio de las sanciones contra Moscú.
“Mucha gente va a empezar a pensar en qué moneda van a invertir si la fortaleza del dólar en las transferencias va a disminuir”, explicó Rousseff.
“India acordó pagar en rupias, depositando en rublos, rompiendo el Swift. Arabia Saudita acordó vender su petróleo a China usando el yuan. Hay que recordar que el Golfo Pérsico fue la región que primero aceptó el cambio del patrón oro al estándar dólar, prosiguió la exmandataria.
“América Latina debe estar muy atenta a esto”, porque “tenemos petróleo, alimentos y minerales en toda América Latina; esto se puede fortalecer, centralizar, pero no se puede condenar a una tercera ola neoliberal y ser productor de materias primas; hay que reindustrializarse, porque es la única manera de reducir las desigualdades, subrayó Rousseff.