El Gobierno de Argentina dio marcha atrás este lunes y reabrió las exportaciones de soja y sus derivados tras la decisión del 13 de marzo de cerrar el registro de ventas al exterior impuesto por el subsecretario de Mercados Agropecuarios, Javier Preciado Patiño.
Luego de que se aumentaran los aranceles a la exportación de harina y aceite de soja del 31 al 33% y se creara un Fondo Estabilizador de Trigo, el Ministerio de Agricultura restableció la posibilidad de solicitar permisos de exportación de harina y aceite de soja.
“Habiendo recibido las instrucciones correspondientes del Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca; esta Subsecretaría de Mercados Agropecuarios informa al Sector Exportador que a partir de las 00:00 hs. del 21 de marzo de 2022, se abrirá el registro de las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior, correspondientes a la harina de soja al aceite de soja”, dijo el Ministerio en un comunicado firmado por Preciado Patiño.
Argentina es uno de los principales exportadores de aceite y harina de soja, con el 30% de las exportaciones de este año provenientes del complejo de la soja, que en 2021 representó US$ 9 mil millones para las arcas del Gobierno.
El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, dijo durante el fin de semana que además de la medida del impuesto a las exportaciones, y con el propósito de capturar los precios internacionales de esta coyuntura histórica, se decidió ”abrir los registros de exportación de la cosecha 22-23 por un total de 8 millones de toneladas de trigo, que se suman a los 2 millones de toneladas ya autorizados”.
“Con esta decisión pretendemos cumplir el objetivo de dar previsibilidad a los productores para la próxima siembra de trigo y lograr un nuevo récord de producción”, agregó Domínguez.