La Cámara de Diputados de Chile aprobó este lunes por 73 votos a favor, 41 en contra y cinco abstenciones la renovación del Estado de Excepción en cuatro provincias del sur de las regiones del Bíobio y La Araucanía. La medida aún debe ser aprobada por el Senado.
Fue la novena solicitud de este tipo del presidente Sebastián Piñera desde el 12 de octubre pasado. Permite que las Fuerzas Armadas apoyen los operativos policiales, estrategia fuertemente criticada por la oposición y movimientos indígenas que sostienen que solo agrega más tensión al conflicto.
Pero esta vez Piñera está a pocos días de terminar su mandato. El presidente electo Gabriel Boric prestará juramento el 11 de marzo.
Como ya informó MercoPress, Piñera dejará el cargo con índices de aprobación inferiores a los del ex dictador Augusto Pinochet cuando el país volvió a la democracia en 1990.
Las provincias del sur sufren episodios recurrentes de violencia rural, que en el último año se han materializado en motines, ataques a maquinaria agrícola y terrenos, incendios y tiroteos con víctimas mortales.
Algunos de estos hechos se enmarcan en el llamado conflicto mapuche, que enfrenta al Estado y al principal grupo indígena del país que reclama las tierras que han habitado durante siglos y que ahora pertenecen, en su mayor parte, a grandes explotaciones agrícolas y forestales en manos de poderosos grupos económicos.
El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, apoyó la propuesta legislativa y aseguró que los hechos de violencia han disminuido desde que la medida está en vigor. Afirmó que “no va en contra de una etnia o pueblo originario en específico”.
La medida estará vigente hasta el 25 de marzo y es la última prórroga que entra Piñera antes de dejar el cargo el próximo viernes. Boric ha dicho que no buscaría una extensión.
Grupos de oposición se negaron a avalar el Estado de Excepción y restaron crédito a los datos proporcionados por el Gobierno.
Destrabar el conflicto en la zona sur será uno de los temas más complejos para la administración entrante, que ha anunciado su voluntad de diálogo con todas las partes involucradas y ha condenado en reiteradas ocasiones el uso de la violencia.