MercoPress, in English

Viernes, 22 de noviembre de 2024 - 01:04 UTC

 

 

El carnaval de Bolivia es noticia por el número de muertos

Martes, 1 de marzo de 2022 - 22:53 UTC
Las autoridades bolivianas fueron menos severas en cuanto a las medidas contra el COVID-19, pero se exigió a bailarines y espectadores que estuvieran totalmente vacunados Las autoridades bolivianas fueron menos severas en cuanto a las medidas contra el COVID-19, pero se exigió a bailarines y espectadores que estuvieran totalmente vacunados

Al menos 14 personas han muerto en diversos accidentes de tráfico y otros episodios en toda Bolivia durante el fin de semana de Carnaval, incluido un caso de atropello el domingo en Cochabamba, que por sí solo dejó 9 muertos.

Bailarines, músicos y espectadores regresaban a sus casas después de participar en el desfile en la región de Cochabamba cuando fueron atropellados por un coche que se cree era conducido por una persona ebria.

“Las comparsas estaban en la entrada después de sus actuaciones, se estaban preparando para volver a casa. Miren el desastre que ha ocurrido. Son las autoridades las que tienen que poner orden”, dijo un testigo citado por EFE.

Durante las celebraciones se perpetraron otros delitos, presumiblemente al amparo del alto volumen de la música. Fuentes policiales han mencionado víctimas mortales en El Alto y Santa Cruz, así como un caso de feminicidio en La Paz. Una mujer de 27 años murió estrangulada aparentemente por su pareja, mientras que el hallazgo de un cadáver en El Alto está siendo investigado.

A falta de los desfiles de carnaval en las calles de Río de Janeiro, las celebraciones de Bolivia fueron de las más coloridas que se podían encontrar en una región que sigue tomando medidas contra el COVID-19.

Las fiestas de carnaval de Oruro contaron incluso con la presencia del Presidente Luis Arce Catacora, quien presenció la actuación de más de 20.000 bailarines en 52 conjuntos en las calles, previa demostración de que habían sido vacunados.

La Policía local desplegó alrededor de 4.000 agentes para custodiar lo que Arce describió como “cultura, fe y devoción” tanto como “turismo y reactivación económica”.