Las lluvias han seguido cayendo en la ciudad brasileña de Petrópolis, en el estado brasileño de Río de Janeiro, lo que ha afectado los trabajos de socorro y ha aumentado el número de muertos a 136, se informó este viernes, mientras que el número de personas desaparecidas llegó a 213. Además, unas 700 personas seguían refugiadas en escuelas e iglesias tras ser evacuadas de sus hogares.
“Vi una destrucción intensa, es una imagen de guerra, teníamos una noción perfecta de la gravedad de lo que pasó aquí, en Petrópolis”, declaró el presidente Jair Bolsonaro, quien sobrevoló la zona afectada tan pronto como llegó de regresó al país de su viaje oficial a Europa, donde había estado en una gira de 3 días. Su última parada fue en Hungría el jueves.
“Nosotros no tenemos forma de prever (estos fenómenos), la población tiene razón en sus críticas, ya ha habido otras tragedias aquí y esperamos que no vuelvan a suceder, se van a tomar medidas preventivas, estamos tomando medidas de emergencia ahora”, agregó el jefe de Estado.
En 2011, más de 900 personas murieron en Petrópolis y otras ciudades de la región montañosa de Río de Janeiro debido a inundaciones sin precedentes.
Bolsonaro se reunió el viernes con el gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, y los ministros de Desarrollo Regional, Rogerio Marino, y de Defensa, general Walter Souza Braga Neto, para evaluar nuevas medidas.
Para el viernes por la noche, el número de muertos había llegado a 136 y el número de personas desaparecidas había llegado a 213.
La comisionada Ellen Souto de la Delegación de Descubrimiento del Paradero envió oficiales a recorrer el área en busca de vecinos que no reportaron parientes [desaparecidos], explicó, mientras que otros residentes procuraban con sus propias herramientas encontrar a sus familiares que presuntamente habían quedado atrapados en el lodo.
Solo el 30% de los cuerpos recuperados habían sido identificados hasta el viernes, ya que algunos de ellos están en estado de descomposición o gravemente mutilados, señaló Souto.
Los esfuerzos de búsqueda también se suspendieron varias veces debido a lluvias adicionales durante la semana, lo que generó preocupaciones por la seguridad de los equipos de socorro, se informó. Las previsiones meteorológicas anunciaron más precipitaciones.
La cantidad de cuerpos apilados en la morgue local abrumó las instalaciones forenses y algunos cadáveres fueron entregados por error a familias equivocadas, según informes de prensa.