La Organización Internacional del Trabajo (OIT) dijo este lunes que los signos más alentadores de recuperación económica se notan en América del Norte y Europa, mientras que las perspectivas más negativas se registran en el sudeste asiático, América Latina y el Caribe.
El director general de la OIT, Guy Ryder, también advirtió que la crisis derivada de la pandemia de COVID-19 estaba lejos de terminar para el año 2022.
A nivel mundial, el mercado laboral aún está lejos de recuperarse, dijo Ryder. Agregó que, según proyecciones de la OIT, en 2022 habrá una pérdida de horas trabajadas a nivel mundial equivalente a 52 millones de empleos de tiempo completo, en comparación con el cuarto trimestre de 2019, mientras que el total de horas trabajadas se mantendrá este 2% por debajo de niveles prepandémicos.
Según las últimas proyecciones de la OIT con sede en Ginebra emitidas a finales de mayo de 2021, este año mostraría una pérdida de 26 millones de puestos de trabajo.
El nuevo informe de la OIT Empleo mundial y cuestiones sociales: tendencias 2022 publicado el lunes también predice que se espera que el desempleo alcance los 207 millones de puestos laborales en 2022, superando los niveles de 2019 en alrededor de 21 millones. El documento también advierte que la recuperación será lenta e incierta. Se espera que el desempleo se mantenga por encima de los niveles anteriores al COVID-19 hasta al menos 2023.
La revisión a la baja de las previsiones para 2022 refleja principalmente el impacto en el mundo laboral de las variantes recientes de la Covid-19, especialmente Ómicron. Dos años después del comienzo de la crisis, la perspectiva sigue siendo frágil y el camino hacia la recuperación es lento e incierto, dijo Ryder.
“Ya estamos viendo daños potencialmente permanentes en el mercado laboral y un aumento preocupante de la pobreza y la desigualdad”, agregó. Ryder también subrayó el agravamiento de diversas formas de desigualdad, como las basadas en el género y el acceso a la tecnología digital.
Es probable que el impacto desproporcionado de la crisis en el empleo femenino persista a lo largo de los años, dice el informe. Y el cierre de los establecimientos de educación y formación tendrá consecuencias en cascada a largo plazo entre los jóvenes, especialmente entre los que no tienen acceso a Internet.