El presidente argentino, Alberto Fernández, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, acordaron no ceder a demandas adicionales del Fondo Monetario Internacional (FMI) en relación con el préstamo de 44.000 millones de dólares de la anterior administración nacional.
Tras los anuncios de Guzmán, los bonos argentinos cayeron un 2% en promedio, por lo que los operadores hablaron de un jueves negro.
La falta de entendimiento con el FMI también elevó el riesgo país de Argentina hasta los 1.828 puntos, acercándose una vez más a su pico reciente de 1.900.
Las declaraciones de Guzmán, Fernández y la portavoz presidencial Gabriela Cerruti no fueron bien recibidas entre los inversionistas. Los desacuerdos se centran en los ajustes fiscales que el organismo multinacional quisiera que se promulgaran en Argentina.
Con las pérdidas del jueves, los bonos acumulan descensos de hasta el 7,5% en los últimos cinco días.
El riesgo país subió más de 4% y 69% desde el canje de deuda de septiembre de 2020 cuando se reestructuraron US $ 65.000 millones.
Respecto a las negociaciones con el FMI, Guzmán señaló que se han contemplado desembolsos para cubrir los vencimientos actuales, lo que sugiere que no habrá nuevo financiamiento. El ministro también explicó sus principales lineamientos macroeconómicos para el futuro cercano, los cuales fueron compartidos con funcionarios del FMI e incluyen una consolidación fiscal gradual, tasas de interés reales positivas, reducción gradual del financiamiento monetario, tipo de cambio real consistente con el superávit comercial, acumulación de reservas, continuidad. de controles de capital y políticas de precios e ingresos.
Guzmán también afirmó que la propuesta del FMI detendría la recuperación económica. Explicó asimismo que se espera que las reservas crezcan de US $ 3 mil millones a US $ 4 mil millones por año, mientras que el financiamiento monetario para 2022 se ha limitado al 2% del PIB y debería caer gradualmente en los próximos años.
El presidente Fernández advirtió que ajustar la economía es dejar de crecer y por eso la palabra ‘ajuste’ está desterrada de la discusión. Insistió en que confiaba en que Argentina va a lograr una reestructuración conveniente de la deuda con el FMI y recordó que la devolución del préstamo otorgado al gobierno del expresidente Mauricio Macri irá más allá de su propio mandato y del de quien sea elegido presidente en 2027, lo que generará más problemas en los próximos años.
Cerruti, también señaló la baja probabilidad de que el gobierno realice el ajuste solicitado por el Fondo. Argentina sabe que no va a hacer ningún tipo de ajuste, porque cuando Macri ajustó no ayudó a que el país creciera y ni siquiera a pagar la deuda con el Fondo.
Con pagos por US $ 2.879 millones que vencen en marzo y el nivel de reservas en estado crítico. Guzmán no tiene mucho tiempo para buscar un acuerdo más razonable.