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Vicepresidente boliviano cede a la presión, acepta vacunarse contra COVID-19

Lunes, 3 de enero de 2022 - 09:40 UTC
”Hay dos formas de adquirir inmunidad: natural y artificialmente (vacunas), y yo he adquirido inmunidad natural”, dijo Choquehuanca. ”Hay dos formas de adquirir inmunidad: natural y artificialmente (vacunas), y yo he adquirido inmunidad natural”, dijo Choquehuanca.

El vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca, finalmente aceptó vacunarse contra el COVID-19 a pesar de ratificar que la inmunización es voluntaria en Bolivia y que ya él ya superó la enfermedad en dos ocasiones.

”He adquirido inmunidad natural, pero como tenemos un decreto ahora, soy respetuoso con las reglas, y todos los bolivianos tienen que cumplir con las reglas, me voy a vacunar en los próximos días, pero tengo inmunidad,” Choquehuanca dijo en una entrevista televisiva.

Desde el 1 de enero, se requiere una tarjeta de vacunación o una prueba de PCR negativa para COVID-19 para ingresar a edificios públicos y otros espacios interiores en un intento por frenar la propagación del virus.

El presidente Luis Arce y otros funcionarios fueron inyectados en actos públicos para alentar a la población a vacunarse, pero Choquehuanca se había negado a hacerlo, lo que provocó todo tipo de reacciones de parte de opositores políticos y también desde el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS).

Choquehuanca, de ascendencia indígena aymará, explicó que había contraído COVID-19 en dos ocasiones y que se había recuperado al recurrir a la medicina naturopática. “He pasado el coronavirus la primera vez y lo he superado con la medicina ancestral. Luego me golpeó de nuevo y lo superé con la medicina natural”, dijo en una entrevista radial.

“Hay dos formas de adquirir inmunidad: natural y artificialmente, y yo he adquirido inmunidad natural”, dijo Choquehuanca, quien también explicó que había consumido “cúrcuma, jengibre, cebolla, ajo, miel” en mezclas para beber por la mañana, así como “miel con limón”. Además, admitió haber masticado hojas de coca, una práctica habitual en Bolivia, principalmente entre los aymaras y quechuas.

Se dice que Bolivia está atravesando su cuarta ola de coronavirus. El miércoles pasado se reportaron 6.149 infecciones en un día. El país ha registrado alrededor de 591.770 casos desde el principio de la pandemia y 19.650 muertes de una población total de 11,5 millones. La vacunación ha sido resistida en todo el país entre los pueblos indígenas que preferieron infusiones naturales.

Sin embargo, el ministro de Salud, Jeyson Auza, insistió en que, dado que la tarjeta de vacunación será necesaria en la mayoría de los aspectos de la vida cotidiana a partir de los 5 años, es mejor que las personas se vacunen. “Si quiero ejercer mi derecho a no vacunarme, también debo cumplir con mi deber de garantizar que no soy portador del coronavirus o una nueva variante que pueda afectar el derecho de la comunidad”, argumentó el ministro.

Auza también dijo que no se habían detectado casos de la variante Ómicron, pero reconoció que sabía que podría llegar a su país en cualquier momento, puesto que ya “ingresó a América Latina”.