El Gobierno de Ecuador ha decretado una serie de indultos y repatriaciones de presidiarios en una medida destinada a reducir el hacinamiento en los centros de detención luego de una serie de disturbios mortales este año que han costado más de 230 vidas, se anunció.
Alrededor de 40.000 presos viven en las 33 cárceles de Ecuador, que tienen una capacidad combinada de hasta 28.000 reclusos. En consecuencia, el hacinamiento se ha convertido en uno de los principales objetivos para frenar la violencia en las penitenciarías.
El centro de detención Litoral en Guayaquil es particularmente crítico. Diseñado para albergar a 5.200 presos, 8.542 personas residen actualmente tras sus muros, lo que significa que el hacinamiento es del 62,8%.
En este escenario, el Gobierno del presidente Guillermo Lasso ha iniciado un proceso de indultos y deportaciones o repatriaciones para presidiarios extranjeros.
En el caso de indultos, se dictó el Decreto 264, que beneficia a toda persona que haya sido condenada por los delitos previstos en los artículos 383 y 386 del Código Orgánico Penal Integral, COIP. En otras palabras, la medida beneficia a las personas condenadas por infracciones de tránsito que no resultaron en muerte o lesiones. Mientras tanto, el Decreto 265 concede el indulto a las personas con enfermedades terminales, tuberculosis multirresistente y / o con tuberculosis - infección por VIH. En ambos casos se mantienen las reparaciones civiles aplicables.
El 13 de noviembre murieron 68 internos en la Penitenciaría Litoral, 49 de los cuales fueron detenidos en la zona de Transitoria, que albergaba a los autores de delitos menores, accidentes de tránsito, delitos económicos e incluso deudores alimentarios. Los expertos han coincidido en la necesidad de reducir al mínimo el encarcelamiento, particularmente el uso excesivo de la prisión preventiva.
Según datos oficiales, el 42% de los detenidos no ha recibido sentencia definitiva y se encuentra en proceso judicial, que demora años.
La otra medida importante para reducir el hacinamiento en las cárceles fue la expulsión de los reclusos extranjeros. Se cree que alrededor de 5.000 detenidos son de Colombia, Venezuela, México y Perú.
Un primer paso en esa dirección se anunció el 21 de noviembre, durante la visita del presidente colombiano Iván Duque, con quien se pactó la repatriación de 170 detenidos. Los acuerdos binacionales son clave ya que se requiere la voluntad del país de origen para recibir a sus nacionales.
Sin embargo, hubo voces en contra de esa alternativa porque algunos temen que envíe un mensaje a los delincuentes potenciales de que si los atrapan, simplemente los enviarán de regreso a casa.
Según el Gobierno ecuatoriano, hasta 5.000 reclusos podrían ser liberados en los próximos días a partir de estas medidas.