El ministro de Medio Ambiente de Brasil, Joaquim Leite, exigió a los asistentes a la Cumbre Climática COP26 de Glasgow que corresponde a los países más ricos del mundo proporcionar el financiamiento de las estrategias de desarrollo limpio de las naciones menos avanzadas económicamente.
Necesitamos más recursos que los US $ 100 mil millones; estos días llegó un estudio de un banco que habla de US $ 5 billones, dijo Leite en la capital escocesa.
Los países en desarrollo necesitan financiación para remodelar sus economías y adaptarse a los objetivos mundiales de reducir las emisiones de carbono y los gases de efecto invernadero.
”¿Cuál es el gran desafío en esta segunda semana (COP26)? Hablar de financiamiento e incentivos para llevar a cabo proyectos ambientalmente sustentables, explicó Leite.
El ministro estaba siguiendo los pasos del presidente brasileño Jair Bolsonaro, quien señaló por primera vez la necesidad de apoyo financiero a su colega estadounidense Joseph Biden en abril de este año.
El delegado brasileño insistió en que su país se había comprometido a eliminar por completo la deforestación ilegal de la Amazonía y otros biomas para el 2028 y reducir las emisiones de carbono en un 50% para el 2030.
Leite es el dignatario de más alto rango de Brasil en la Cumbre luego de la decisión de Bolsonaro de no asistir al evento global. Se dice que durante la presidencia de Bolsonaro, la deforestación de la Amazonia ha crecido drásticamente.
El papel de Brasil en la COP26 es buscar un consenso multilateral para que podamos avanzar hacia una economía más verde; el desafío no es detener el desarrollo económico en la Amazonía, dijo Leite este martes.
“Creo que el desafío global es una transición responsable hacia la neutralidad de carbono. Rápido, pero responsablemente”, señaló también Leite.
El ministro citó asimismo un estudio del grupo Boston Consulting según el cual el mundo necesitará US $ 150 mil millones durante los próximos 30 años si quiere cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
El papel de Brasil [en la COP26] es tratar de encontrar un consenso multilateral para avanzar de manera justa hacia una economía más verde. El gran desafío es el financiamiento, el incentivo [financiero]. El desafío no es castigar, prohibir o detener [el desarrollo económico]. Se trata de acelerar hacia una nueva economía verde. ¿Y cómo lo hago? Incentivando. Con innovación”, dijo Leite.
“Brasil apoya claramente este movimiento de que la solución para una nueva economía, neutral en emisiones, radica en el incentivo, en el emprendimiento, en el interés verde, que hace que cualquier proyecto se mantenga. Y muchos proyectos, en algunas regiones, todavía no tienen la capacidad para hacer esta transición que todos esperan”, explicó el funcionario.