El vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao, dijo que si el presidente Jair Bolsonaro asistiera a la cumbre sobre el cambio climático COP 26 en Glasgow, sería recibido a pedradas.
Bolsonaro llegó este viernes a Roma para la cumbre del G20 y permanecerá allí hasta el martes, pero no viajará a la conferencia de la ONU a partir del domingo en Escocia.
Todo el mundo sabe que el presidente sufre una serie de críticas, iba a llegar a un lugar donde todos le iban a tirar piedras, dijo Mourao.
La mayoría de las personas con conciencia ambiental son de izquierda, por lo que hay una crítica política añadida, agregó el general Mourao, quien también es el titular del Consejo Amazónico, organismo que agrupa a ministerios de diferentes áreas que políticas conjuntas sobre la selva tropical más grande del mundo.
Mourao también argumentó que detrás de las preguntas sobre la política ecológica de Brasil se esconde la cuestión económica de los gobiernos que promueven barreras a las exportaciones de nuestro próspero agronegocio. Agregó que los productos agrícolas exportados no provienen de las áreas deforestadas de la Amazonía.
El diario brasileño O Globo ha informado que durante o después de la cumbre escocesa algunos gobiernos o empresas en Europa pueden decidir boicotear algunos productos brasileños como una forma de presión contra la deforestación.
Aunque no estará en Glasgow, Bolsonaro participará en la cumbre climática de forma virtual a través de un video, que ya fue grabado y enviado a los organizadores del evento. O Globo también ha informado que los responsables de la agenda del presidente quieren evitar que sea objeto de protestas.
Este sábado y domingo Bolsonaro participará en la reunión de líderes del G20 en Roma. Pero Bolsonaro, presidente del país con la mayor población católica del mundo, no se reunirá con el Papa Francisco durante su estadía en Roma. En 2019, miembros del gobierno brasileño criticaron públicamente el Sínodo del Amazonas celebrado en el Vaticano como una amenaza a la soberanía nacional.