El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha inaugurado esta semana un museo dedicado a uno de los casos de antisemitismo más emblemáticos de la historia: “El caso Dreyfus”.
La historia adquirió notoriedad en Francia y luego en todo el mundo a partir de la obra J'accuse (Yo Acuso) escrita por Emile Zola en 1894.
El capitán del ejército francés Alfred Dreyfus fue condenado injustamente por traición y pasó años en la infame penitenciaría de la Isla del Diablo.
Macron abrió el museo en lo que alguna vez fue la casa de Zola en Médan, al oeste de París, que el escritor había comprado en 1878, gracias a las ganancias de su novela L'Assommoir.
Conocida como la Maison Zola, ahora cuenta con más de 500 documentos, que incluyen objetos, fotografías, canciones, carteles y otros elementos diseñados para dar una imagen completa de lo que sucedió a fines del siglo XIX.
En 1894, Dreyfus fue declarado culpable de pasar secretos militares a los alemanes y condenado a cadena perpetua en la isla del Diablo en la Guayana Francesa.
Zola escribió una carta abierta al presidente Félix Faure en defensa del oficial judío, que fue publicada en la portada del periódico L'Aurore el 13 de enero de 1898 y vendió miles de copias.
La carta, que comenzaba con las palabras J’accuse, culpaba al ejército de encubrir su condena indebida de Dreyfus. El propio Zola fue juzgado en 1898 y condenado a un año de prisión y una multa de 3.000 francos tras ser declarado culpable de difamación.
Como resultado de la controversia, Dreyfus fue sometido a un nuevo consejo de guerra. Aunque fue declarado culpable nuevamente, fue indultado por el nuevo presidente Emile Loubet en 1899.
Dreyfus finalmente fue restituido en el ejército con todos los honores en 1906, pero para entonces Francia se había dividido en anti-Dreyfusards (nacionalistas de derecha) por un lado y antimilitaristas de izquierda conocidos como Dreyfusards por el otro.
El museo Maison Zola-Musée Dreyfus ha tardado diez años en completarse y ha sido solventado por varios donantes, en particular la Fundación para la Memoria de la Shoah y la DILCRAH (Delegación contra el racismo, el antisemitismo y la discriminación LGBT) del gobierno francés.
La historia fue adaptada al cine protagonizada por Louis Garrel y dirigida por Roman Polanski en 2019. Ganó el premio César al mejor director y mejor guión.