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Buenos Aires es clave para el futuro de la región, dice Pepe Mujica

Lunes, 18 de octubre de 2021 - 10:54 UTC
Mujica dijo que el futuro depende de lo que pase en Buenos Aires Mujica dijo que el futuro depende de lo que pase en Buenos Aires

El expresidente uruguayo José “Pepe Mujica dijo este fin de semana en una entrevista que el futuro del Río de la Plata dependía de lo que ocurra en la capital argentina.

“Si tuviera 40 años menos, me convertiría en ciudadano argentino e iría a pelear en Buenos Aires”, dijo Mujica, citado por el diario Perfil.

Mujica insistió en la importancia de la ciudad y el puerto de Buenos Aires para el futuro de la región. “Aunque la organización argentina llevó al federalismo, no hay duda de que la punta del embudo se construyó en Buenos Aires. Tal concentración es quizás un problema pendiente. Con esta visión que tengo hoy de anciano, y consciente de la historia del Río de la Plata, si tuviera cuarenta años menos, me convertiría en ciudadano argentino e iría a pelear a Buenos Aires. Ahí es donde está en juego el futuro del Río de la Plata. Pero soy un anciano y estoy archivado”, enfatizó Mujica.

“Si hiciera política en Argentina, trataría de apuntar más al trabajo y la ciencia y menos al lujo y al cromo”, continuó.

Cuando se le preguntó si sería imaginable una versión uruguaya de Jair Bolsonaro, Mujica fue contundente: “No, no lo creo”.

El fanatismo “genera odio, que es una posición muy negativa y tremendamente destructiva”, explicó MUjica. “Tiene en común con el amor que es ciego, y la ceguera es una forma de estupidez. Una cosa es estar apasionado y convencido de lo que uno defiende y otra es caer en el fanatismo, que no permite percibir los tonos de la realidad. En la alta política es un mal mayor vivir con odio, pero en las relaciones humanas es peor: nos llena de estupidez”.

Respecto a su abrazo con el también expresidente Julio María Sanguinetti con motivo de su retiro de la política, Mujica admitió que “le convenía al país y a la sociedad”.

“Si uno se deja absorber y cegar por el pasado, se olvida el valor de los que vienen. Si no podemos darles un mundo mejor, al menos tratemos de no empeorarlo”, insistió Mujica. “Fui presidente y no me dediqué a usar el poder de la presidencia para perseguir a nadie. Puede que a algunos les haya parecido que soy olvidadizo. No. Hay cuentas que no están saldadas“.

Sobre la política argentina. El consejo de Mujica fue construir ”puntos comunes”.

“Es muy fácil de destruir. Construir es muy difícil, pero cuando se construye algo, permanece en el tiempo. Si no, siempre estamos comenzando”, señaló. “Pertenezco a una época en la que (...) teníamos la certeza de que Uruguay terminaría en una dictadura”, dijo también. Pero “algunas claves que interpretamos estaban mal”.

Mujica también destacó que los héroes son solo humanos y “no determinan los cambios en la historia”, que “vienen por grandes corrientes que a veces usan un símbolo humano, héroe, bandera o líder, pero lo que importa es lo que no se ve”. También dijo que hubiera recomendado el diálogo después de los resultados de Argentina en las elecciones primarias obligatorias, abiertas y simultáneas (PASO) pero había demasiadas dificultades para eso.

“Me siento como un primo hermano de Argentina”, dijo. “Y yo también soy parte interesada, porque a mi pequeño país le va bien cuando a Argentina le va bien”.