Los trabajadores estadounidenses están renunciando a sus trabajos de una manera sin precedentes, lo que dificulta que los empleadores cubran las vacantes, se informó el martes.
El Departamento de Trabajo de EE. UU. indicó que las renuncias alcanzaron los 4,3 millones en agosto, la cantidad más alta registrada desde diciembre de 2000, y va en crecimiento frente a los 4 millones de julio.
La contratación también se desaceleró en agosto, según un informe del Gobierno, y la cantidad de puestos de trabajo disponibles cayó a 10,4 millones, desde un récord de 11,1 millones el mes anterior.
El año pasado, los puestos de trabajo aumentaron un 62%. Sin embargo, la contratación general, según lo medido por el informe del martes, en realidad ha disminuido, lo que, según los medios estadounidenses, sugiere que el miedo a la variante Delta del coronavirus es en parte culpable. Casi 900.000 personas dejaron sus trabajos en restaurantes, bares y hoteles en agosto, un 21% más que en julio. En cambio, otras industrias que no involucran contacto cercano con el público no han pasado por una deserción tan masiva, mostró el informe.
En este escenario, con los empleadores necesiutados de ayuda desesperadamente, los trabajadores tienen un poder de negociación mucho mayor para exigir un salario más alto o encontrarlo en otro lugar. La falta de personal también significa que mientras se cubren las vacantes, la carga del trabajo también recae en la fuerza laboral restante, que rápidamente interpreta tal condición como una reducción salarial (el mismo dinero por más trabajo) y aprovecha la oportunidad para buscar un trabajo mejor remunerado.
Además de estos factores, los analistas advirtieron que los datos de agosto no reflejaban el impacto de los mandatos de vacunación, ya que la decisión del presidente Joseph Biden sobre el tema de los funcionarios públicos no se anunció hasta el 9 de septiembre.
Según el gobierno de los EE. UU., solo se crearon 194,000 empleos en septiembre, aunque el desempleo bajó a 4.8% desde 5.2%.
Después de renuncias, jubilaciones y despidos, el informe del martes, conocido como Encuesta de Apertura de Empleos y Rotación Laboral, o JOLTS, mostró que la contratación total en agosto se redujo drásticamente, a 6,3 millones de los 6,8 millones en julio.
El informe también destacó el hecho de que las renuncias habían prevalecido en el sur y el medio oeste, exactamente donde se habían registrado los peores brotes de COVID en agosto.
Cuando los trabajadores dejan sus trabajos generalmente significa que ya tienen otros nuevos o que están seguros de conseguirlo, pero no parece ser el caso. El hecho de que el aumento de las renuncias se concentrara fuertemente en sectores que involucraban un estrecho contacto con el público se ha considerado como una señal de que el miedo al COVID-19 jugó un papel importante.
Los analistas del mercado laboral también han señalado que un aumento en las ofertas de trabajo en el Reino Unido ha alcanzado un nivel récord después de que muchos trabajadores europeos se vieron obligados a abandonar el país como resultado de las reglas posteriores al Brexit.
Los consultores de selección de personal han subrayado que los empleadores ahora deben ofrecer beneficios adicionales en un mercado donde los candidatos a puestos de trabajo tienen ventajas como casi nunca antes.
Se espera que este escenario mantenga alta la inflación a medida que las empresas aumenten los salarios para atraer a más trabajadores.