La Unión Europea (UE) ha insistido en que los gobiernos deben avanzar en la abolición de la pena de muerte en todo el mundo.
“La UE seguirá utilizando todas sus herramientas disponibles de diplomacia y asistencia de cooperación para trabajar hacia la abolición de la pena de muerte en los países donde todavía se aplica. La UE es un actor institucional líder y el principal donante de los esfuerzos de las organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo en la abolición de la pena de muerte”, dijo la UE en un comunicado durante el fin de semana con motivo del Día Mundial y Europeo contra la Pena de Muerte.
En América del Sur, los jueces de Guyana siguen imponiendo sentencias de muerte que no se ejecutan. Las autoridades europeas desearían que ese país convirtiera su moratoria de facto en una moratoria de jure como paso previo a la abolición total de la pena de muerte. En diciembre de 2018, por primera vez, Guyana cambió su postura de oponerse a una moratoria sobre la pena de muerte y, en cambio, se abstuvo de votar en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.
La UE afirmó que la imposición de la pena de muerte contraviene el derecho a la vida. También argumentó que la pena de muerte no disuade el delito de manera más eficaz que otras penas.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció el sábado que su país había lanzado una campaña para la abolición mundial de la pena de muerte, a la que describió como una abominación, como parte de la próxima presidencia francesa de la Unión Europea.
Durante un discurso con motivo del 40 aniversario de la abolición de la pena capital en Francia, Macron dijo que se celebraría una conferencia en París en breve cuando Francia ocupe la presidencia rotativa del Consejo de la UE en la primera mitad de 2022.
El jefe de estado francés también prometió trabajar con otros estados miembros para lograr una resolución de las Naciones Unidas que requiera que los países informen cada año sobre el número de condenas a muerte dictadas y ejecuciones realizadas.
Macron recordó que, en 1981, Francia había sido el 35º estado en abolir la pena de muerte. Agregó que 106 estados han tomado hasta ahora este camino, mientras que otros 50 tienen una moratoria de jure o de facto sobre las ejecuciones. Pero señaló con pesar que 483 ejecuciones se llevaron a cabo en todo el mundo en 2020 por 33 regímenes que en su mayoría comparten el gusto por el despotismo, un rechazo a la universalidad de los derechos humanos, entre los que se encuentran Estados Unidos y Japón.