La Fiscalía del Estado de Perú ordenó que el cuerpo del difunto líder guerrillero de Sendero Luminoso Abimael Guzmán, quien murió en la cárcel el 11 de septiembre mientras cumplía cadena perpetua, sea incinerado en las próximas 24 horas.
Las autoridades recolectarán los restos de Guzmán de una morgue en El Callao y eventualmente esparcirán sus cenizas en una fecha y lugar no revelados.
Tras la muerte de Guzmán, el Congreso de Perú aprobó una ley que ordena que los cuerpos de los condenados por terrorismo sean incinerados dentro de las 24 horas posteriores a su deceso y prohíbe la entrega de los cuerpos a sus familias.
La esposa de Guzmán, Elena Iparraguirre, quien también cumple cadena perpetua, había pedido que se le entregaran los restos de su esposo.
El ex profesor de filosofía había muerto a los 86 años en un hospital militar después de iniciar un movimiento terrorista en la década de 1980 que causó decenas de miles de muertes. Fue capturado en 1992 y condenado a cadena perpetua por terrorismo y otros delitos en Perú.
Iparraguirre tenía la intención de incinerar el cuerpo pero conservar las cenizas, lo que le ha sido negado. Las autoridades optaron por esparcir las cenizas de Guzmán, de manera de evitar que su tumba se convierta en un punto de reunión para sus partidarios.
La nueva ley fue aprobada el 16 de septiembre. El fiscal general de Perú emitió un comunicado anunciando la decisión de que las cenizas de Guzmán sean eliminadas dentro de las 24 horas.
Guzmán fue un ex profesor de filosofía y un marxista de toda la vida cuyo grupo maoísta Sendero Luminoso lanzó una guerra sangrienta en 1980 en Ayacucho, una región andina empobrecida, en un intento por derrocar al estado peruano. El gobierno respondió enviando militares a la zona, donde los oficiales a menudo luchaban por distinguir entre campesinos y militantes.
El resultado fue de unos 70.000 peruanos muertos, según una comisión del gobierno. Más de la mitad fueron asesinados por Sendero Luminoso y un tercio fue asesinado por las fuerzas gubernamentales. Casi la mitad de ellos eran indígenas de Ayacucho.
Guzmán fue capturado en Lima en 1992 y desde entonces estuvo en prisión hasta su muerte.