Se dice que la coalición gobernante del Frente de Todos atraviesa una crisis interna luego de los resultados del domingo pasado en las elecciones primarias obligatorias, simultáneas y abiertas (PASO) en Argentina, en las que perdió unos 4.8 millones de votos en comparación con cifras de hace dos años, cuando Alberto Fernández fue electo presidente.
Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) se habrían reunido en privado el martes y no de la manera más amistosa. El acérrimo grupo kirchnerista La Cámpora, encabezado por el hijo de CFK, el diputado Máximo Kirchner, culpa al mandatario del fracaso y exige cambios en las políticas económicas.
Al mismo tiempo y en ausencia de mejores recursos, la economía de Argentina estaría intentando una fórmula de alguna manera explosiva de impresión de dinero mientras que al mismo tiempo intenta mantener estable el tipo de cambio peso-dólar, aunque sigue siendo un misterio si esto realmente puede funcionar y por cuánto tiempo.
En cualquier caso y en un intento por revertir el resultado del domingo, que sorprendentemente ha tenido un impacto en la vida de las personas menor de lo esperado, se dice que el Gobierno del presidente Fernández está delineando un conjunto de medidas que se anunciarán el jueves y que impulsarán el papel de los alcaldes locales, a juzgar por una reunión que muchos de ellos tuvieron con Fernández este martes.
En este punto, sin embargo, hay poca información y muchas especulaciones. Uno de los pocos datos concretos fue que el dólar estadounidense se estaba recuperando frente al peso argentino luego de tres días de caída consecutiva: el tipo de cambio no oficial (el único “sin restricciones”) era de AR $ 179 nuy / AR Venta de $ 182,5 por US $ 1, luego de haber alcanzado AR $ 186 la semana pasada.
También extraoficialmente, informes de prensa en Buenos Aires insinuaban que se estaban evaluando aumentos en las pensiones y ayudas económicas a los desfavorecidos, así como deducciones en el impuesto a la renta, así como otras medidas keynesianas.
El gobierno buscará recuperar los votos perdidos tras la gestión de la pandemia y lo hará mediante ayudas directas a los sectores más desatendidos, pero no entregará un nuevo Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), confirmaron fuentes oficiales.
El Ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas admitió que el Gobierno trabaja para generar medidas que permitan acelerar la recomposición de los ingresos y recuperar los puestos de trabajo perdidos, mientras que los analistas de mercado creen que el Gobierno recurrirá a un shock expansivo en el gasto público en los dos meses antes de las elecciones parlamentarias del 14 de noviembre, aunque advirtieron acerca de los desequilibrios macroeconómicos que provocaría una avalancha de pesos.