Martine Moïse, viuda del asesinado presidente haitiano Jovenel Moïse, está considerando postularse en las próximas elecciones, según una entrevista publicada el viernes por The New York Times.
La ex primera dama también insistió en que las personas detrás del asesinato de su esposo aún no han salido a la luz a pesar del alto número de detenciones, y señaló a los oligarcas haitianos como responsables.
Dijo además que cuando los atacantes salieron de su casa luego de matar a su esposo el 7 de julio, pensaron que ella también estaba muerta, aunque solo fue herida por una bala en el brazo y fue trasladada en avión a Miami para recibir tratamiento médico.
Sólo los oligarcas y el sistema podían matarlo, dijo al NYT con la condición de que no se revelara su paradero exacto.
También dijo que estaba considerando seriamente postularse para la presidencia una vez que se someta a más cirugías en su brazo lesionado, que cree que nunca podrá volver a usar.
El presidente Jovenel tenía una visión, enfatizó. Los haitianos no lo vamos a dejar morir, agregó.
Sobre el ataque a su casa, la Sra. Moïse dijo que ella y su esposo estaban durmiendo cuando los despertó el sonido de disparos. Ella recuerda haber despertado a sus hijos y decirles que se escondieran en un baño, mientras el presidente pedía auxilio a través de su teléfono a dos responsables de su equipo de seguridad, Dimitri Hérard y Jean Laguel Civil, ambos actualmente detenidos.
De repente, una ráfaga de disparos penetró en su habitación, hiriendo su mano y codo, mientras permanecía inmóvil en el suelo, según su relato. En este momento sentí que me estaba ahogando porque tenía sangre en la boca y no podía respirar, explicó. Recordó que pensó que todos iban a morir.
También recordó que los sicarios hablaban exclusivamente en español y registraron la habitación hasta que encontraron algo que estaban buscando en un estante donde su esposo guardaba sus archivos.
Respecto a las investigaciones, Moïse se mostró complacida por la detención de varios sospechosos, pero insistió en la necesidad de saber quién financió realmente la operación. En su opinión, el rastro del dinero conducirá a oligarcas de Haití con los que su marido estaba en conflicto. Mencionó al empresario Reginald Boulous como alguien que podría beneficiarse de la muerte del presidente, aunque evitó acusarlo directamente de ordenar el asesinato. Boulous, por su parte, ha negado tener algún vínculo con el asesinato.
Al momento, han sido detenidas 26 personas, entre ellas 18 colombianos, la mayoría militares retirados, así como 2 policías haitianos y 6 civiles, algunos de ellos con doble nacionalidad estadounidense.
Al menos 10 sospechosos están prófugos, incluidos 5 colombianos y otros 5 haitianos, estos últimos considerados partícipes en la planificación del asesinato.